Las amenazas que, dijo Domínguez, son por mensajes de texto y radio, se deben a dos denuncias periodísticas que cubrió, sobre aplicación de vacunas del AH1N1 probablemente vencidas y por la contaminación del área pediátrica del Hospital Pedro Emilio Carrillo. Y le han advertido que su vida corre peligro si insiste en más denuncias.
El 7 de abril, los funcionarios González y Pinto, acompañados por más de 20 simpatizantes del gobierno, agredieron a Domínguez y al camarógrafo Heisser Gutiérrez, a quien le fracturaron la muñeca, cuando cubrían una huelga de hambre de enfermeros en el citado hospital. Incluso les arrebataron su cámara videográfica que sólo recuperaron tras la intervención de la policía.
Los periodistas, para quienes las agresiones no pasaron a mayores porque fueron ayudados por los enfermeros, presentaron sus denuncias por separado. Pero hasta ahora los funcionarios denunciados no han respondido a las citaciones de los tribunales.