IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 14 de febrero de 2015, el Presidente Maduro, en cadena nacional de radio y televisión, acusó a la revista colombiana Semana y a los medios colombianos de promover una campaña de manipulación, odio y mentira en contra de Venezuela y de su gobierno, a propósito de una caricatura hecha por Vladimir Flórez, conocido por su seudónimo Vladdo, publicada hace tres semanas por el medio.
Nicolás Maduro dijo en su alocución que la revista Semana era propiedad de gente muy pudiente “para no llamarla oligarquía porque se ofenden”, personas que históricamente, según él, han despreciado y odiado a Venezuela. Los relacionó con Santander y su traición a Bolívar. Y, frente a las cámaras, mostró la caricatura hecha por Vladdo publicada en la edición 1708, del 24 de enero de 2015, en la que escudo de Venezuela sufre algunas modificaciones como crítica al estado actual que vive el país según el autor. “Desfiguran nuestro escudo e intentan mostrar que esta es nuestra Venezuela. Tratan de presentar a nuestro pueblo desmoralizado”, dijo el Presidente.
Vladdo explicó a IPYS Venezuela que la intención de la caricatura claramente no era ofender al pueblo de Venezuela, sino criticar a su gobierno y a la gestión que están haciendo: “Una caricatura no desmoraliza a un país, lo que lo desmoraliza es la mala calidad de vida a la que lo tienen sometido sus gobernantes. Desmoralizarlo no es contar y criticar la situación en la que se vive, es la escasez, es ponerlo a hacer colas para todo”.
El caricaturista relató a IPYS Venezuela que al día siguiente de haber sido publicada la caricatura, la embajada de Venezuela en Colombia mandó una carta que fue publicada en la revista Semana. Comenta que no entiende por qué el Presidente hace las declaraciones a destiempo (tres semanas después). El caricaturista piensa que someter a la revista, a sus periodistas y a él al escarnio público es solo una manera de desviar la atención de los verdaderos problemas que vive Venezuela. Afirmó que Maduro en “sus declaraciones sugirió al Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a tomar medidas” en su contra.
El Presidente de Venezuela también mencionó a Óscar Alarcón, articulistas de Semana, y leyó parte de su espacio en la revista llamado “Microlingotes”, en las que usa el humor y pequeñas frases para hablar del acontecer del mundo. Al ver que dos de esos puntos se trataban de Venezuela en la edición 1709, dijo que Alarcón tenía una obsesión con el país. Después de leer el microlingote “Está tan mal Venezuela, que ya no gana ni en el Miss Universo”, Maduro dijo: “Es una cosa baja, sucia, estúpida, miserable. Dedíquense a su país. Dedíquense a sus cosas. No gasten tinta en esto”.
El articulista de la revista Semana Oscar Alarcón dice que en su país están acostumbrados a hacer chistes de los gobernantes y todos lo aceptan como una manera de manifestarse. No hay limitaciones. “Es algo de la democracia del mundo”, dijo. El caricaturista afirmó haber usado símbolos patrios de otros países como Cuba, Estados Unidos y Colombia para hacer sus representaciones y jamás había recibido una acusación de ningún tipo.
“El humor es importantes en tiempos de crisis y en todos los tiempos porque hace falta expresarse, se esté como se esté, bien o mal”, consideró Alarcón al tiempo que aseguró que no se restringirá en sus notas y que después de esto intentará sacarle más punta todavía porque sabe que vive en un país y en un democrático y que expresarse es una tarea vital.
Maduro hizo énfasis en que el caso de la revista Semana no era aislado, sino que era parte de una campaña que llevaban a cabo todos los medios colombianos.
En febrero de 2014, Nicolás Maduro ordenó retirar del aire el canal internacional con sede en Colombia NTNT24, en el contexto de las protestas políticas en su contra.
El Presidente de Venezuela hizo un llamado al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, para le prestara atención a estos grupos. “Hay una élite política y económica que odia a Venezuela, que yo, presidente Santos, yo no permitiría”.
Estas acusaciones se enmarcan en una sistemática campaña que lleva adelante autoridades gubernamentales con la intención de desacreditar a los medios internacionales que publican contenidos que resultan incómodos para el gobierno de Venezuela.
Funcionarios del gobierno de venezuela, en diversas oportunidades, han criminalizado las sátiras de caricaturistas de diversos medios nacionales. Según los registros de IPYS Venezuela, al menos en 5 oportunidades durante 2014, el gobierno emitió declaraciones agraviantes contras quienes ejercen el humor gráfico en el país.
