IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 30 de enero de 2011, funcionarios al mando del Sargento Pérez Arocha le impidieron a un grupo de periodistas, hacer la cobertura sobre el accidente de una avioneta de la Guardia Nacional Bolivariana en la isla de Coche, en el estado Nueva Esparta, al noreste del país.
El grupo estaba integrado por periodistas, reporteros gráficos y sus asistentes, entre los que se encontraban: equipo de Televen, Lisbeth Miquilena, Luis Miguel Rodríguez, y Paola Natera; equipo de Venevisión, Ana María Presilla, Lennys González y Marcos García; equipo de Reporte Confidencial, Karina Vásquez y Christian Ibarra; y el equipo del Sol de Margarita conformado por Rosalymir del Valle, Naumberg Velásquez, Karla Marval y Josué Stein.
Claudio Berrío, miembro del Círculo de Reporteros Gráficos en Nueva Esparta, señaló que los funcionarios intimidaron con sus armas al grupo reporteril que se encontraban en la búsqueda de la información del accidente. Les ordenaron que apagaran las cámaras, y fueron amenazados con golpes de un sable afilado si no se retiraban del lugar.
De igual manera, se les prohibió a los vecinos del lugar que hicieran declaraciones a estos periodistas sobre el accidente.
Berrío manifestó que esta misma situación ocurrió cuando un nuevo equipo de prensa se trasladó hasta la Base Aérea Luisa Cáceres de Arismendi, en Nueva Esparta, para cubrir el traslado de las víctimas a sus ciudades de origen. El comandante Pérez les quitó sus teléfonos celulares, los revisó y eliminó su contenido.
El grupo estaba integrado por periodistas, reporteros gráficos y sus asistentes, entre los que se encontraban: equipo de Televen, Lisbeth Miquilena, Luis Miguel Rodríguez, y Paola Natera; equipo de Venevisión, Ana María Presilla, Lennys González y Marcos García; equipo de Reporte Confidencial, Karina Vásquez y Christian Ibarra; y el equipo del Sol de Margarita conformado por Rosalymir del Valle, Naumberg Velásquez, Karla Marval y Josué Stein.
Claudio Berrío, miembro del Círculo de Reporteros Gráficos en Nueva Esparta, señaló que los funcionarios intimidaron con sus armas al grupo reporteril que se encontraban en la búsqueda de la información del accidente. Les ordenaron que apagaran las cámaras, y fueron amenazados con golpes de un sable afilado si no se retiraban del lugar.
De igual manera, se les prohibió a los vecinos del lugar que hicieran declaraciones a estos periodistas sobre el accidente.
Berrío manifestó que esta misma situación ocurrió cuando un nuevo equipo de prensa se trasladó hasta la Base Aérea Luisa Cáceres de Arismendi, en Nueva Esparta, para cubrir el traslado de las víctimas a sus ciudades de origen. El comandante Pérez les quitó sus teléfonos celulares, los revisó y eliminó su contenido.
