IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
Entre el 24 de agosto y el 15 de septiembre del año 2015, William Castillo, director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, publicó a través de su cuenta en la red social Twitter, @planwac una serie de mensajes agraviantes contra periodistas como Nelson Bocaranda y Alberto Federico Ravell, el locutor César M. Rondón y el director de El Nacional, Miguel Henrique Otero. Además, arremetió contra medios nacionales e internacionales, y contra la ONGPROVEA.
La publicación más reciente de Castillo data del 15 de septiembre, en la cual indicó que los periodistas Nelson Bocaranda y Alberto Federico Ravell, el locutor César M. Rondón y el director de El Nacional, Miguel Henrique Otero, encabezan una presunta campaña de odio contra la jueza Barreiros, jueza quien sentenció al líder de oposición Leopoldo López a 13 años de cárcel, desde medios como runrún.es portal web, dirigido por Bocaranda.
Pocos días antes, entre el 10 y el 11 de septiembre de 2015, el director de CONATEL, expresó que los medios colombianos, “arman alharaca mundial por violación de DD.HH”, esto haciendo referencia al conflicto fronterizo entre Venezuela y Colombia, en el estado Táchira. Además, dijo que los medios “hoy en día escenifican las noticias… producen lo real”. Agregó además que cuando un medio ataca a una persona, este solo “informa”, mientras que cuando una persona responde a ese medio, ella lo “ataca.
En este sentido, los días 31 de agosto y 01 de 2015 de septiembre señaló que medios nacionales El Tiempo y medios internacionales como NTN24 o Dólar Today “se alinearon”, al intercambiar mentiras y rumores y para violar las leyes venezolanas. Además, indicó que hay una “brutal campaña de desinformación” cuyo resultado es el odio, e insinuó que la ONG defensora de DD.HH, PROVEA, no consideraba a quienes queman autobuses como violadores de DD.HH.
Del 24 al 28 de agosto de 2015, Castillo calificó de “ratonera”, al medio estadounidense “El Venezolano”. También expresó que quienes leen la revista Semana, el diario el Tiempo u oyen el medio colombiano Caracol, están “más vacío de información que una tapara”. Aseguró también que si la prensa privada venezolana defendiese a los venezolanos como lo hace, supuestamente, con los ciudadanos colombianos, “tendríamos una mejor patria”.
Esta serie de declaraciones agraviantes, por parte del representante del principal organismo estatal de telecomunicaciones en el país, configura una alerta a la libertad de expresión.
De acuerdo con el numeral 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA), los mensajes con fines intimidatorios, así como las presiones directas o indirectas, que pretenden silenciar la labor de los comunicadores sociales, violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión.
