Caraballo fue golpeado en las piernas y brazos. Los policías lo tumbaron al suelo y le intentaron arrebatar su videograbadora por haberlos grabado golpeando a uno de los manifestantes. Sólo pudieron quitarle un equipo receptor para micrófonos inalámbricos, que luego recuperó.
El comisario de Aragua, Noé Liendo, condenó públicamente la agresión y ordenó investigar a los policías agresores.
El camarógrafo denunció el hecho en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) de ese estado.