IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
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El periodista asegura que un hombre que se autodenominó cabecilla de la UBCh lo obligó a arrodillarse de espaldas a él y lo apuntó con un objeto que parecía ser un arma de fuego
Euro Lobo, jefe de prensa de la Alcaldía de Mérida, relató a IPYS Venezuela que fue emboscado en una de las entradas de la comunidad, junto al alcalde de la ciudad de Mérida, Carlos García, y el equipo del Instituto Municipal de la Vivienda, cuando terminaba de cubrir una actividad en la Parroquia Arias. “Estas personas rodearon el vehículo del alcalde, yo me dirigí a una casilla policial para pedir apoyo”, aseguró.
El periodista alertó a 10 funcionarios que abordaron una patrulla policial y dos motocicletas, pero su acción no fue suficiente para controlar la agresión de estos sujetos que persiguieron el vehículo de Lobo, en el que cargaba documentos de gestión, bienes personales y herramientas de trabajo, y el vehículo en el que se trasladaba el alcalde. “Logramos que el alcalde escapara por una trocha que existe en el lugar”, dijo.
Alrededor de 30 personas identificadas como miembros de la Unidad de Batalla Bolívar- Chávez, algunas a bordo de motocicletas y otras con capuchas, alcanzaron el vehículo de Lobo, lo obligaron a salir y lo conminaron a ras del suelo. En ese momento comenzaron a golpearlo. “Estas personas sabían en qué partes del cuerpo golpearme, no me tocaron la cabeza, ni la cara, pero sí me golpearon el torso. Perdí el conocimiento dos veces”, recordó. Durante la agresión, el periodista fue despojado de las llaves de su vehículo.
El periodista asegura que un hombre que se autodenominó cabecilla de la UBCh lo obligó a arrodillarse de espaldas a él y lo apuntó con un objeto que parecía ser un arma de fuego. El hombre le pidió a Lobo su billetera y comenzó a revisar sus documentos. Aunque el periodista tenía dinero y otros documentos personales, el hombre solo se percató de su credencial que lo certifica como miembro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP).
“¡Este es el periodista que le echa paja a la UBCh!”, dijo al momento que le devolvió la billetera a Lobo, subió a su vehículo y lo condujo hacia la entrada de la comunidad, donde varias personas amenazaron con incendiarlo. “Al carro le partieron los vidrios, le levantaron la carrocería, al parecer con un hacha.
En el interior del vehículo, además de una serie de documentos de gestión, se encontraban dos computadoras, dos cámaras fotográficas digitales, 16 memorias extraíbles y baterías portátiles para celular.
Minutos después, los efectivos policiales llegaron al lugar y evacuaron a Lobo por la misma trocha por la que salió el alcalde. El vehículo también fue recuperado.
Euro Lobo fue evaluado por un médico especialista que determinó no encontrar lesiones de gravedad en los órganos blandos de su cuerpo.
El periodista aseguró que en horas de la mañana del viernes 9 de diciembre denunciará públicamente lo sucedido en los medios de comunicación con una rueda de prensa, y se espera que en horas de la tarde, los funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) hagan las experticias correspondientes al vehículo recuperado.
El alcalde de la ciudad Mérida, Carlos García, denunció la agresión a través de su cuenta de Twitter, y responsabilizó de la agresión a “malandros protegidos” por Alexis Ramírez, gobernador del estado Mérida.
Esta alerta a la libertad de expresión representa una agresión física y un ataque contra los bienes y las herramientas de trabajo de un periodista por parte de simpatizantes oficialistas.
El derecho a la libertad de expresión y el derecho a la información se encuentran consagrados en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los cuales establecen que toda persona tiene derecho a la comunicación libre y plural sin censura.
El numeral 5 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) establece que la censura previa, la presión directa e indirecta sobre cualquier expresión, información u opinión a través de los medios de comunicación, deben estar prohibidas por la ley.
En su numeral 9 establece que los hechos de agresión, amenazas e intimidación a los comunicadores sociales violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión.
