IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 19 de mayo de 2016, cuatro reporteros fueron agredidos e intimidados por simpatizantes oficialistas en las adyacencias de la Plaza Gual y España, ubicada en La Guaira, estado Vargas, durante el cumplimiento de sus funciones informativas en una actividad política de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Nadeska Noriega, corresponsal de El Pitazo en la entidad, relató a IPYS Venezuela que acudió a la Plaza Gual y España, lugar en el que se desarrollaría una actividad de la MUD con la presencia de su secretario ejecutivo, Jesús “Chuo” Torrealba. La periodista registró testimonios de simpatizantes de oposición y simpatizantes oficialistas que se encontraban en el lugar.
Noriega aseguró que algunas simpatizantes del oficialismo comenzaron a quejarse por el hecho de que la reportera registraba imágenes de las personas que se encontraban en la plaza. “¿Por qué no tomaste fotos de lo ocurrido en la Libertador?” dijeron. La periodista les explicó que ella trabajaba en Vargas y no cubría para El Pitazo en la ciudad capital.
Una de estas personas se identificó como Tamara Buono y se acercó a la periodista para dar declaraciones. “¿Usted apoya a Maduro?”, preguntó Noriega. La señora se disponía a responder cuando personas que le acompañaban le sugirieron que no hablara con la reportera, debido a que trabajaba contra la gestión del gobernador del estado Vargas, Jorge Luis García Carneiro.
“En ese momento la señora me lanzó un golpe y me dio en la cara. Yo alcancé a meter el celular para cubrirme, pero igual me dio”, dijo la reportera.
Algunas de las personas que daban órdenes a estos simpatizantes le sugirieron a la periodista que se retirara de la Plaza Gual y España porque su presencia era percibida como una provocación. Noriega se retiró del lugar.
Ataque en sede de la MUD
Vídeo cortesía El Pitazo Tv
María Arráez y Rosmary Hernández, periodista y reportera gráfica del diario La Verdad de Vargas, se encontraban a las afueras de la sede regional de Acción Democrática, partido de oposición, lugar al que fue cambiada la actividad política por motivos de seguridad.
Arráez relató a IPYS Venezuela que hubo discusiones a las afueras de la entrada principal de la estructura entre un grupo de simpatizantes oficialistas que pedían la presencia de un líder político que se encontraba dentro de la sede política. Ante un posible escenario, las periodistas resguardaron las memorias con las imágenes que fueron registradas.
A los pocos minutos, estas personas comenzaron a arrojar piedras contra el lugar, luego de intentar ingresar a la fuerza. Una de las piedras, por poco, cae sobre la periodista María Arráez, quien alcanzó a esquivarla con un cuaderno de anotaciones.
IPYS Venezuela tuvo conocimiento de que Angelo García, reportero del partido político Voluntad Popular en la entidad, resultó herido cuando una piedra alcanzó uno de sus brazos.
Los cuatro reporteros se resguardaron en el interior de la sede política mientras los simpatizantes continuaban lanzando piedras.
Esta alerta a la libertad de expresión representa una agresión con fines intimidatorios contra los comunicadores sociales durante el desempeño de sus funciones informativas, y una limitación de acceso a la cobertura de calle por hostilidad de grupos sociales.
Se hará seguimiento.
Los derechos a la libre expresión y a estar informado se encuentran contemplados en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La normativa nacional establece que los ciudadanos tienen el derecho de expresar sus ideas y opiniones, así como el de buscar, recibir y difundir información que sea de su interés, a través de cualquier medio de comunicación, sin que pueda establecerse censura.
El numeral 5 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) establece que la presión directa e indirecta sobre cualquier expresión, opinión o información difundida, a través de los medios de comunicación, debe estar prohibida por la ley.
De igual manera, su numeral 9 señala que los hechos de agresión violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión.
