Tejiendo redes

Constructoras de paz en Venezuela

Barinas: un puente para el delito de trata de personas

Las personas con intenciones de migrar son muy vulnerables a ser víctimas de este delito. La campaña “Hagamos ruido” plantea prevenir a venezolanas y venezolanos de caer en estas redes.

Por: Briceida Morales – 05/04/2023

Si bien en Barinas no se conocen públicamente cifras sobre la trata de personas, es considerado por las autoridades locales como un estado de paso para salir a las zonas fronterizas, como Brasil y Colombia. Muchas de las personas migrantes, atraviesan este estado justo antes de caer en redes de trata y es allí donde hay que poner atención. 

La trata de personas sigue marcando la vida de mujeres y hombres, niños, niñas y adolescentes, quienes en la búsqueda de un mejor futuro pueden llegar a estar inmersos en las redes del crimen organizado. Las redes de trata sólo buscan un beneficio a cambio de la vida servil de otros seres humanos, lo que se define también como escalvitud moderna.

Este delito es silencioso. Se extiende dentro y fuera del país. Cualquiera puede llegar a ser víctima, sin distinción de sexo, edad o clase social. Aunque las mujeres tienen un riesgo mayor. La trata de personas está tipificada como el tercer delito de lesa humanidad, luego del asesinato y el exterminio, según el Estatuto de Roma.

La abogada Laudimar Betancourt, de la Oficina Nacional contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo (Ondoft), adscrita al Ministerio de Interior Justicia, señala que la trata de personas incluye explotación sexual, laboral, prostitución y servidumbre. 

“Por tanto, para determinar la presencia de redes delictivas se requiere realizar un arduo trabajo de investigación”, añade.

Betancourt manifiesta que no cuentan con cifras por ser un ente de prevención y sanción. Por otro lado destaca que los principales medios de captación para prostitución y pornografía son las redes sociales. Alerta también a la presencia de casos de ciberacoso. 

Las aplicaciones con más tendencia para el intercambio son Facebook, Instagram, TikTok, Tinder.  Menciona algunos términos referidos por los delincuentes son nudes y packs.

El estado Amazonas es uno de los más afectados por este delito. “En los pueblos indígenas, las madres o familias actúan como facilitadoras del proceso”, asegura Indira Parra, psiquiatra forense, quien durante varios años trabajó en la Defensa Pública. Las condiciones precarias en las que viven estas personas les obliga a ceder a sus hijas para subsistir.

Aunque tampoco tiene estadísticas, Parra comenta que en hay equipos haciendo trabajo de abordaje y prevención. Menciona a la organización HIAS, cuyo foco es la población refugiada y migrante; junto a Tinta Violeta, con incidencia en los movimientos feministas, y el Fondo de Población para las Naciones Unidas (UNFPA), que apoya los grupos de desplazados que salen del país.

Todo coincide

A lo largo de cada una de las entrevistas, las coincidencias sobresalen especialmente cuando describen las maneras de captar y engañar a las víctimas, los modus operandi que se suelen emplear, con ofertas de empleos engañosas.

Los especialistas comentan que se conocen casos de chicos y chicas que, luego de acceder, son sometidos a trabajos forzados en sitios donde apenas reciben una comida al día.

De allí la alerta que emiten ante esos contactos establecidos a través de las redes sociales, donde se intercambia información con personas que, conocidos o no, lanzan en estas plataformas avisos poco creíbles.

“Si vas a emigrar tienes que llevar un plan o un ahorro, porque si no eres susceptible de caer en este tipo de redes. Los tratantes son gente manipuladora, ofrecen cosas incumplibles: modelaje, que vas a hacer famosas, que vas a limpiar o ayudar. El llamado es analizar bien lo que están vendiendo y pedir pruebas”, dice la doctora Parra.

En Barinas, aclara Betancourt no se han registrado redes de tratas de personas, sólo violaciones, abuso sexual, incesto y actos lascivos.

“Nadie está exento de ser víctima. Es un delito que opera silenciosamente. No debemos cansarnos de alertar, pues cada día existen nuevas maneras de captar a personas en las redes sociales. La inducción a la prostitución infantil también puede darse de variadas formas”, repite la abogada de la Ondoft. 

Los números registrados por el Centro de Derechos Humanos de la UCAB-Guayana indican que los tipos de explotación más común son laboral y sexual. 74 % de las víctimas son mujeres, por ser las más propensas a ser explotadas sexualmente, de este 25 % son niñas y adolescentes. 26 % son hombres, los más propensos a ser explotados laboralmente o en trabajos forzosos.

Políticas de reinserción

La doctora Parra, expuso el ejemplo el de una joven procedente del estado Amazonas, quien luego de haber logrado salir del círculo de violencia, decidió  irse por su cuenta.

Era un caso de negligencia familiar de una niña que estuvo al cuidado de su abuela y debió regresar a Amazonas, pues no tenía manera de ir a otro lugar. “En el 95 % de los casos si retornas al lugar de origen donde te captaron, lo vuelven a hacer”, advierte.

“Es una situación dramática, el Estado no está promoviendo políticas para reinsertar a las personas que han salido de eso. El trabajo de las organizaciones de la sociedad civil que atienden a las víctimas se pierde, precisamente por esta debilidad institucional”, agrega Parra.

En muchos de los casos, deben aplicar varias sesiones de psicoterapia, resignificar los contenidos, buscar la resiliencia de la persona para que pueda continuar adelante.

“Hay experiencias como la de los sobrevivientes del Holocausto, que lograron salir de eso. Como Linda Loaiza, que han resignificado sus vidas a partir de allí, pero si lo dejas sin tratamiento, invisibilizado, sin una red de apoyo, eso va a quedar siempre”. Y esto se aplica para cualquier mujer, niña o adolescente. 

Campaña en marcha

“Hagamos ruido” es el lema de Cáritas Barinas, una campaña que se viene desarrollando desde hace cierto tiempo a través de la Red Clamor Venezuela, conducido por un grupo de religiosas y al que se ha sumado esta organización desde el año 2022. Así lo informó la abogada María Gabriela Mayer, coordinadora de Cáritas Barinas.

El objetivo es claro, trabajar para apoyar a las personas migrantes, refugiados y víctimas de trata de personas. “Hacemos énfasis especial en quienes están en condición de movilidad y en tránsito de un país a otro, pues suelen ocurrir ofertas engañosas”, agrega Mayer.

Próximamente, el Ondoft iniciará una campaña en varios puntos de control de la entidad, en la autopista José Antonio Páez, en La Caramuca (Municipio Barinas) y en Socopó (Municipio Sucre). En esos puntos estará orientando a los funcionarios y a los usuarios sobre este delito, sus forma de ocurrencia y cómo prevenirlo.

A la par, continuarán con las visitas realizadas regularmente en distintas parroquias del estado, Municipio Barinas, Ramón Ignacio Méndez, Corazón de Jesús, Alto Barinas, Torunos, El Paguey, Municipio Sucre, Socopó, Ticoporo (Base de Misiones, La Victoria), zona muy vulnerable.

Durante la pandemia generada por el Covid 19, el equipo multidisciplinario de la Ondoft prestó atención y orientación a los caminantes, se les constaba su documentación de viaje de personas con menores de edad, por ejemplo. 

Aclaremos los términos 

Trata de persona, de acuerdo al Protocolo de Palermo:

La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios, para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos;

Esclavitud Moderna: 

Situaciones en las que una persona mediante amenazas, violencia, coacción, abuso de poder o engaño se le coarta su libertad y se le obliga, en contra de su voluntad a realizar actividades que no desea, se le controla su cuerpo, se le obliga a elegir o rechazar un empleo o dejar de trabajar. Son prácticas de control, dominación y sometimiento humano.

Dentro de este delito se incluye una variada tipología: Esclavitud tradicional, esclavitud sexual comercial de niños, esclavitud sexual, servidumbre por deudas, servidumbre de la gleba, servidumbre doméstica, tráfico sexual, matrimonio forzado y herencia de viudas, uso ilegal de niños soldado, trata laboral, venta de niños y trabajo forzoso infantil.