Las nuevas integrantes quieren unir esfuerzos para trabajar en proyectos que ayuden a aislar a las adolescentes de ambientes violentos

La Red de Mujeres Constructoras de Paz crece en el estado Bolívar, con la incorporación de seis nuevas activistas, que tienen el propósito de empoderar a las niñas, adolescentes y madres de sus comunidades. Cada una tiene una historia diferente, pero están encaminadas a un solo objetivo: trabajar en proyectos relacionados con la educación sexual y la violencia dentro del hogar. 

Las nuevas integrantes llegaron a la red siguiendo los pasos de las mujeres que ya tienen incidencia en la promoción de los derechos humanos y en la prevención de la violencia con enfoque de género. Una de ellas, Nairobis Andarcia, quien aseguró que llegó al grupo después de haber participado en una charla. 

“El mensaje que se dio en ese evento sobre la violencia me motivó a ser parte de este conglomerado, siento que este mensaje debe llegar a las adolescentes y, por eso, quiero consolidar mi proyecto en empoderar a las adolescentes, para que puedan detectar señales de abusos en la etapa del noviazgo”, manifestó 

Andarcia aseguró que, desde su punto de vista, hay muchachas que normalizan las agresiones de sus parejas, y no son capaces de reconocer esas conductas o esas alertas, como cuando les revisan el celular sin consentimiento. 

En la actualidad, en la red del estado Bolívar hay más de 15 mujeres activas. Ellas hablan  de este tipo de delitos, sobre la educación sexual e igualdad de género, en distintas comunidades de San Félix. El trabajo que realizan abarca capacitación, guía y supervisión. 

Historias que mueven 

Inés Antuare, otra de las nuevas activistas, expresó que desde el primer momento, la red le llamó la atención debido a su propia historia. Contó que su padre maltrataba a su mamá y, en ese entonces, su madre no tuvo los mecanismos para salir de esa relación abusiva. 

“Estoy consciente de que hay muchas mujeres que viven experiencias similares”, confesó. Es así como su propia historia la motivó a ser una voz para su comunidad y a ayudar a mujeres que lo necesitan, para así contribuir a la construcción de la paz. 

Antuare enfocará su proyecto, como activista, en la educación sobre el embarazo a temprana edad y trabajará para visibilizar los diferentes tipos de violencias que existen. 

También, para Alcira Carvajal la red se ha convertido en un espacio seguro. Llegó de casualidad porque vio unos carteles cerca de su casa. 

“En los carteles había una información muy interesante sobre la igualdad, violencia, entre otros y me acerqué hacia una compañera, ella me contó de qué se trataba y sin pensarlo quise formar parte”, contó. 

Una vez en el grupo, recibió las clases y conoció la hermandad que prevalece en la organización. Ahora, Alcira afirma tener la convicción de trabajar en un proyecto que hable sobre lo que significa el maltrato hacia la mujer y que llegue a cada rincón de su comunidad.  

“Es inmensa la cantidad de cosas malas que atraviesa una mujer en un hogar violento. Conozco a algunas que sus maridos les prohíben cosas, les dicen qué se deben poner y no estoy de acuerdo, eso no debe ser así”, expresó. 

Por último, enfatiza que su mayor deseo es que muchas abran los ojos “Pondré todo el corazón al proyecto, para que el mensaje llegue de la forma correcta para cambiar aunque sea una vida”. 

Las activistas, en paralelo a la ejecución de sus proyectos, realizarán una serie de actividades en Ciudad Guayana para dar a conocer la labor de la red, entre ellas están una gira de medios y charlas dentro de las comunidades.