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Constructoras de paz en Venezuela

El fútbol ¿un deporte exclusivo de hombres? ¡No!

El fútbol femenino en Aragua tuvo sus inicios en la década de los 70 sin mucho aspavientos. Un deporte concebido para el sexo masculino en el que la mujer del Siglo XXI ha logrado ganar terreno, no sin enfrentarse a diversos obstáculos por las barreras y prejuicios sociales.

Carla Carrera Ortiz – 03/11/23

El fútbol femenino en Aragua tuvo sus inicios en la década de los 70 sin mucho aspavientos. Un deporte concebido para el sexo masculino en el que la mujer del Siglo XXI ha logrado ganar terreno, no sin enfrentarse a diversos obstáculos por las barreras y prejuicios sociales.

“Nosotras nos comimos las verdes”, dice la profesora Norma Castillo, quien inició como atleta y se ha destacado como una de las entrenadoras más importantes del país de las categorías menores de fútbol femenino. En Aragua, ha dirigido las selecciones de las categorías Sub15, Sub17 y Sub20, así como la Selección Nacional Femenina Sub15 y Sub17. También es directora de la Escuela de Fútbol Menor Juan Arango, donde terminó de formarse la reconocida Deyna Castellanos antes de hacerse un nombre en el fútbol internacional.

Si bien Castillo afirma que: “estas niñas de hoy, gracias a Dios, están comiendo las maduras”, es consciente de que aún falta mucho camino por andar y de que no se ha avanzado tanto como quisiera. “Yo creo que el fútbol femenino le ha dado mucho al país y todavía seguimos siendo relegadas en muchos escenarios. Deberíamos estar en mejores condiciones”, indica la entrenadora. La conclusión parte de la comparación que hace entre los atletas, equipos y entrenadores masculinos, con las mujeres que hacen vida en el fútbol regional y nacional. A la par que reconoce que el “efecto Deyna” ha sido de gran ayuda para que las atletas femeninas comiencen a practicar esta disciplina deportiva desde temprana edad, sin tanta resistencia por parte de la familia y la sociedad en general.

Deyna Castellanos es una deportista aragüeña, que ha logrado un sinfín de premios tales como: la Bota de Oro en el Mundial FIFA Sub-17 (2014), un premio FIFA a la mejor jugadora Sub-15 (2015), una Bota de Bronce en el Mundial FIFA Sub-17 (2016), finalista al premio FIFA The Best (2017) y al premio FIFA Puskas (2017). Gracias a sus grandes hazañas, se ha generado el “efecto Deyna” que impulsa y motiva a las niñas y adolescentes que practican y desean practicar el deporte a permanecer y buscar logros. 

 

Luchando contra los prejuicios sociales

Victoria Fumero tiene 18 años e inició en el fútbol a los 11, en la Escuela Menor de Fútbol Menor de la UCV Aragua, pese a que sus padres no estaban de acuerdo. En especial su papá, pues de acuerdo con lo que comparte “tiene esa mentalidad de que el fútbol es para hombre”. Otro de los prejuicios que sostiene su papá,  sus orientaciones sexuales e identidad de género de quienes juegan, porque de acuerdo a sus ideas el fútbol es un deporte que “masculiniza a las mujeres”. 

Elena Nieves, de 19 años, se enamoró del fútbol hace 10 y desde entonces no ha dejado de practicar esta disciplina. Vive lejos de dónde entrena y entre “autobuses y cola de representantes” se desplaza de 3 a 4 días a la semana para entrenar. Durante el último año lo ha hecho en bicicleta y sale una hora antes de casa para llegar a tiempo a los entrenamientos y juegos. Considera que “hay machismo en el fútbol” y celebra los avances que en los últimos años ha tenido el reconocimiento de las mujeres en esta disciplina que “da valores, disciplina y responsabilidades”, pero le pide a las autoridades le dediquen la misma importancia, tiempo y espacios al fútbol femenino como al masculino.

Katherine Zaa jugó fútbol sala y fútbol campo en su paso por la Universidad Central de Venezuela. Ella es madre de Astrid Granadillo, una atleta de 13 años que comenzó a los 3 y ha participado en Módulos Vinotinto, que son las prácticas para formar parte del equipo nacional; y en la actualidad es ficha del Caracas FC. Astrid viene de una familia de futbolistas. “A pesar de que es niña, ha tenido esa voluntad de seguir entrenando y de seguir practicando este deporte que, con mayor fuerza, ha sido del género masculino”, afirma su progenitora. Ella además reconoce que su papá y su hermano, aunque la han apoyado desde el principio, no escapan a los estigmas asociados a su género.

Sin embargo, Astrid asegura que nunca se ha sentido excluida y que, si bien debe “exigirse más” para estar en forma y que su cuerpo resista a las exigencias de este deporte, se ha ganado el respeto de sus compañeros de equipo, tanto como el de otros equipos, técnicos y representantes en general.

Las mujeres todavía tienen mucho por lo que luchar para lograr igualdad en el fútbol local y nacional

“En Aragua, lamentablemente el fútbol femenino ha decaído y las atletas han visto la necesidad de emigrar a otros estados para poder evolucionar y ser vistas”, reconoce Zaa quien ha sido testigo como Delegada y representante de dos atletas, durante casi veinte años. Repasa el tiempo que ha dedicado a sus hijos y a los equipos con los que ha colaborado y, al sacar la cuenta de la cantidad de torneos y equipos participantes, contabiliza casi 30 equipos masculinos y poco más de 11 femeninos, datos que confirma el profesor Luis Villegas, entrenador del equipo femenino de la Escuela Menor de Fútbol UCV Aragua y preparador físico de otras oncenas masculinas de esta casa formadora de talentos, con sede en Maracay.

Es una realidad que todavía existe recelo, incluso entre los atletas masculinos, el ver a una mujer en el campo, especialmente en las categorías menores cuando las niñas y adolescentes deben jugar en equipos masculinos, ya que todavía no existe el número suficiente de atletas para formar un equipo exclusivo de chicas.

Respeto y reconocimiento

Al ser consultada sobre qué hace falta en Venezuela para que la mujer tenga el lugar que merecen dentro del fútbol nacional, Norma Castillo, sin dudarlo respondió: “Que nos tomen más en serio y nos vean con seriedad, que las mujeres en “esto no debe ser de si tú eres hombre o yo soy mujer, no, sino de la capacidad y de lo que uno muestre, pero para eso necesitamos prepararnos y formarnos y eso es lo que nos deberían dar” y reconoce que todavía no existe equidad de oportunidades para hombres y mujeres en el fútbol nacional.

Una desventaja de la que no se habla mucho es el acoso por parte de los profesores que empiezan a atacar a las atletas, a escribirles mensajes personales y «no es algo de lo que se habla ni se hace mucho», solo le llaman la atención a los profesores y «hasta ahí» comenta Victoria. 

Por su parte, la profesora Norma lamenta que no hay tantas oportunidades de juego para los equipos femeninos, en lo que a torneos oficiales se refiere y que exista preferencia hacia los atletas masculinos.

¿Qué tanto ha avanzado la FVF sobre este tema?

El Programa Corazón Vinotinto

Al consultar sobre los avances de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) en la disciplina femenina, la presidenta de la Asociación del estado Zulia y presidenta del Fútbol Femenino Venezolano, Suying Olivares, reconoce que, si bien falta camino por andar, han logrado “desarrollar una filosofía diferente de que el fútbol femenino es una carga para el equipo profesional” y celebra que en la actualidad cuentan con un “proyecto netamente femenino que llegó en este 2023 a la final con el CS FC Club Adifeem”.

Desde la Asociación de Fútbol que preside, Olivares asegura están trabajando para generar más torneos y visualizar más talentos femeninos, por lo que diseñaron, desde la Gerencia de Desarrollo, de la mano con la comisión del fútbol femenino que preside, “la Liga FutFem 2, que es a nivel amateur, mayores de 16 años” que ofrezca a las jugadoras la posibilidad de desarrollo deportivo y ser observadas por los “Scouting Vinotinto”, quienes se dedican a reclutar jóvenes talentos para la selección nacional.

“Además, estamos en la formación de los entrenadores, también dentro del programa Corazón Vinotinto, dirigido por la Gerencia de Desarrollo de la FVF, por ahora nivel C y B, modalidad de campo” asegura Olivares, quien reconoce un proceso de cambio y de paradigma dentro del ente rector del fútbol en el país, sobre cómo se construye “o debe construir el fútbol femenino en una gran pirámide -Corazón Vinotinto-, que va de abajo hacia arriba”, en dónde las asociaciones con sus atletas, clubes amateur y profesionales, entrenadores masculinos y femeninos, cuerpo arbitral y delegados, contribuyen al crecimiento del fútbol femenino en Venezuela como un gran equipo.

De igual manera aseguró que han entendido la necesidad de “un nivel top de competencias, en aras de obtener los resultados deseados en la Absoluta Femenina”, nombre que recibe la selección nacional mayor, en los torneos internacionales como Copa América y Mundiales, por ejemplo. Al respecto, Suying Olivares afirma que la FVF invierte en competencias nacionales e internacionales, como lo hace en el fútbol campo masculino.

Finalizó recalcando que la filosofía actual es fortalecer “todos los equipos, sin diferencias, brindándole a todas las disciplinas (fútbol campo, sala y playa), iguales oportunidades de crecimiento”. Al respecto, hizo referencia al Torneo Evolución Femenino que se realizó del 25 de agosto al 3 de septiembre en Paraguay. Una competencia que comienza desde las asociaciones, hasta una final nacional “que da dos cupos femeninos internacionales y uno masculino en edades que varían por años” y son definidas por la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).