Tejiendo redes

Constructoras de paz en Venezuela

La hipersexualización impacta la cotidianidad de las venezolanas

Aunque se ha hecho común el acoso sexual del hombre hacia la mujer en el país, por causas socioculturales se evita hablar de este tipo de violencia

Por: María Angela Arellano – 24/04/2023

La ausencia de cifras oficiales y de información sobre la violencia basada en género, desde el punto de vista de políticas públicas, son dos de los mayores obstáculos para comprender el contexto del fenómeno social llamado hipersexualización, una forma de acoso sexual. 

En Venezuela, aunque se ha hecho común el acoso sexual se evade el tema y por ende, no se levantan estadísticas. Este delito impacta en la vida de las mujeres dentro del hogar, en ámbitos académicos, deportivos y laborales, y es incluso una forma destructiva y de abuso de poder, sostiene la Red Naranja en su artículo titulado: Acoso sexual en Venezuela: Una forma de violencia contra las mujeres.

La Ley Orgánica sobre el derecho de la mujer a una vida libre de violencia, en su artículo 15, muestra 21 formas de violencia que son consideradas delitos en Venezuela, siendo el femicidio el más grave y la mayor violación de los derechos humanos de las mujeres.

En ese artículo se menciona que el acoso sexual en Venezuela se expresa de diversas formas, como el supuesto de que debe existir una situación de superioridad del agresor respecto a la víctima, por ejemplo, en los casos del profesor con la estudiante, el jefe con la trabajadora, o el entrenador con la deportista. 

Otro aspecto que configura esta forma de violencia es que el hombre pretenda que la mujer acceda a peticiones para lograr lo que le corresponde “por derecho”.

Quizás las anteriores son conductas de alerta. Pero, hay otras experiencias de acoso que están a la vuelta de la esquina y que no siempre son señaladas, porque se han naturalizado, como la idea de que una mujer debe ser atractiva sexualmente, debe verse siempre bonita, saludable y seductora, lo que se ha definido como hipersexualización. 

Podemos ejemplificar esto con casos recientes de dirigentes políticos venezolanos que además de ser hombres, son funcionarios que representan el Estado. El alcalde de El Tigre, en el estado Anzoátegui, Ernesto Paraqueima, difundió un video con mensajes machistas y sexomisóginos que reiteran la visión de la mujer vista como un objeto para satisfacer a los hombres donde se resalta su opresión a partir de una posición de poder que afecta los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

https://twitter.com/GLEIDYSF/status/1630407184038109190?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1630407184038109190%7Ctwgr%5E9da11f5e69824a9e198cda975986f56e167649df%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fd-15421691852973622053.ampproject.net%2F2303231800000%2Fframe.html

En ese material audiovisual se observa al alcalde dando un “obsequio”, un juguete sexual a una ciudadana, al cual le llamó “el Manduco de 25 centímetros”

Paraqueima ha desatado polémica en las redes sociales en varias ocasiones. En 2022 compartió un video con los productos que iban a ser parte de la rifa que denominó “kit del día de los enamorados”, y en un tono erótico mencionó unas pastillas para la disfunción eréctil que eran parte del combo.

https://twitter.com/webnotitarde/status/1486025509960097798?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1486025509960097798%7Ctwgr%5Efff0bd47b1335b2e50aef5a82d3006e280223481%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fd-530995457373514811.ampproject.net%2F2304062309000%2Fframe.html 

El pasado carnaval también subió un video promocionando “La Mansión”, una discoteca en el mismo estado, donde aparece con varias mujeres en traje de baño.

“Estoy en las instalaciones de la mejor discoteca de todo el oriente del país, la que muchos en Twitter dijeron que era un burdel. ¿Pero qué les pasa a ustedes?, ¿Por qué?, ¿De qué sufren ustedes?, ¿De problemas de erección?, ¿Qué tienen ustedes?, ¿Cuál es la envidia de que cada vez que en Venezuela abren un restaurante, una discoteca, algo bonito, empiezan a quejarse y escribir estupideces?”, añadió el alcalde.

https://twitter.com/ImpactoVE/status/1621525055954980864?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1621525055954980864%7Ctwgr%5E4c602857c74fd82ab257a80d18964c77a20e7b06%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fd-530995457373514811.ampproject.net%2F2304062309000%2Fframe.html

El 19 de abril, nuevamente Paraqueima fue tendencia en redes sociales donde usuarios lo comparaban con el gobernador de Carabobo, Rafael Lacava, luego de que subiera un video oliendo ropa interior femenina durante la promoción de una tienda de Anzoátegui.

https://twitter.com/estendenciavzl/status/1648763380277075988?t=e1uspR4JjVYbm-M3J-3L6A&s=08 

Vista como objeto

La Red de Constructoras de Paz conversó con Nubia Apolinar, psicóloga con maestría en Estudios de La Mujer, quien explicó que la hipersexualización de la mujer sucede cuando se mercantiliza su cuerpo y se pone como un objeto ante una sociedad que está poco informada sobre el tema y normaliza estas situaciones.

 

Comentó que “estas acciones deshumanizan a la mujer, pues está siendo objetivada”. El aspecto estético pasa a ser su característica principal y pone en segundo plano la capacidad de su razonamiento, quitándole el resto de sus cualidades. 

Apolinar, reiteró que junto a la hipersexualización existe relación con el concepto de estigmatización. 

“Estigmatizar es poner sobre ellas un conglomerado de roles de género que constituyen comportamientos y formas de pensar y relacionarse, situaciones que la sociedad supone que debe cumplir por el hecho de ser mujer, y que no únicamente tienen que ver con el aspecto sexual”, añadió la psicóloga. 

Se ve condicionada a cumplir con “su rol socialmente correcto”. De esta forma, la especialista resaltó los comentarios más comunes: “por eso no sirve para la política”, “no puede jugar al fútbol porque es mujer”, “las mujeres no juegan fútbol”, “el chofer de ese carro maneja muy mal, seguro que es una mujer”.

Por otra parte, destacó, que la naturalización de una cultura de sexo donde se impone a la mujer que su rol se debe centralizar con cumplir estándares predeterminados como procrear, tener un cuerpo perfecto, entre otros aspectos, para complacer al ojo masculino y pasar a ser un objeto de deseo. 

Encajar en la sociedad

Desde los espacios de poder (político, económico y social) a las mujeres se les excluye de procesos de toma de decisiones, que tradicionalmente son ocupados por hombres, comentó Apolinar. 

“La hipersexualización cumple un objetivo claro: dejar a las mujeres por fuera de espacios importantes de la vida pública. Cuando se objetiviza algo, esto pasa a convertirse en un ‘nada’ que se queda netamente en un aspecto para el deseo y que quita el status de humano, y a través de esto se les borra de habitar lugares y se les transmite la idea de que sólo pueden avanzar y estar en donde quieran estar si utilizan sus cuerpos”.

La psicóloga afirmó que mercantilizar los cuerpos de las mujeres da poder a los hombres de hacer sobre ellas lo que deseen, “de esta manera se presentan situaciones graves como abuso y acoso en cualquier ámbito”.

“Al mismo tiempo, este término se traduce en comportamientos que, usualmente, constituyen tipos de violencia, desde simbólica hasta física. En muchas ocasiones no son fácilmente detectables; porque están normalizados socialmente, lo que los hace más difíciles de reconocer”, añadió Apolinar. 

Expuso que para generar un cambio en la sociedad se debe “liberar” a las mujeres de sentir culpa ante esas situaciones, e instó a que las organizaciones que defienden los derechos a una vida libre de violencia alcen la voz y promuevan una cultura de prevención y de paz.

Recomendó buscar la ayuda necesaria para construir redes de apoyo que las sostengan y las impulsen, sobre todo que les permita educar sobre el tema a la sociedad actual, que desconoce por completo las diversas formas de violencia contra la mujer. 

Éxito social

La hipersexualización no es un fenómeno reciente, aunque su documentación ha estado vinculada más con el hecho de cómo los medios de comunicación contribuyen a promover que el éxito social se encuentra en la imagen que proyectan principalmente de las mujeres y niñas.

En 2019, Víctor Grande, doctor en Comunicación, escritor e investigador español, describió como este tipo de acoso influye en las actitudes, percepciones y comportamientos de un público femenino cada vez más joven.

“También esto lo observamos en las redes sociales. En esas plataformas, muchos han encontrado una ventana idónea y económica para cautivar unos deseos de adquisición”, destacó en su artículo titulado La hipersexualización femenina en los medios de comunicación como escaparate de belleza y éxito, donde además añade que las marcas encuentran en las niñas y adolescentes una imagen renovada que necesitaban: naturalidad, autenticidad, cercanía, veracidad, credibilidad, un perfil alejado de un modelo que se estaba quedando saturado. «Aunque la finalidad es la misma el envoltorio se ha renovado», reseña el escritor.