13 Sep 2022

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“Ni una más”: Una lucha sin cuartel contra las muertes de madres y recién nacidos en Cumaná

Bella Justiniani vio morir a su bebé a causa de una bacteria en el hospital de Cumaná y se encontró con una crisis sanitaria que pone en riesgo la vida de mujeres y neonatos de su ciudad. Ella decidió emprender una lucha para lograr justicia y frenar muertes evitables dentro del sistema de salud

Nayrobis Rodríguez – 13/09/22

Foto: Familiares de mujeres que fallecieron al dar a luz protestan para exigir justicia . Créditos de la foto: Ariana Agreda

“Ese es el hospital de la muerte”, dice Bella Justiniani con una voz firme. Se refiere al Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa) en Cumaná, el principal centro sanitario del estado Sucre. Allí su vida se transformó hace siete años, luego de que su recién nacido muriera. Hoy día está a la espera de que se haga justicia, pero no la aguarda de brazos cruzados.

La muerte del bebé de Bella, ocurrida el 21 de diciembre del 2014, no fue un hecho aislado. En cuanto emprendió su lucha conoció a otras seis familias que pasaron por lo mismo que ella: sus hijos murieron pocos días después de nacer luego de contagiarse con una bacteria en el hospital cumanés.

A las madres y familiares se les escondió el diagnóstico de sus hijos. Los bebés presuntamente enfermaron debido a la contaminación del centro asistencial, aunque las autoridades del estado Sucre lo negaron por todos los medios. El entonces gobernador y presidente de la Fundación Regional para la Salud (Fundasalud) Luis Acuña Cedeño, lideró estas negativas. 

Desde que Bella fue a la Fiscalía del Ministerio Público, en febrero de 2015, hasta ahora, transcurrieron siete años de una espera que no ve fin. Junto a su expediente, que reposa en la Fiscalía Quinta, están todas las pruebas que consignó. Entre esas pruebas se encuentra el acta de defunción de su bebé, la copia de la historia médica y de su control prenatal, así como los récipes de las medicinas que le solicitaron. Esta información compromete a las autoridades sanitarias de la región pues las responsabiliza no solo por la contaminación del centro de salud por una bacteria, sino también por ocultar que conocían esta situación y poner en riesgo a las madres y bebés. Asimismo, demuestran la forma negligente en la que actuaron ante el contagio de su bebé, negando información médica a familiares y suministrando tratamientos de forma errada. 

Con la muerte del que sería el tercero de sus hijos, Bella se transformó en vocera y coordinadora general de la Organización “Ni una más”, que vela por los derechos de las parturientas y los neonatos que acuden al hospital de Cumaná.

El hijo de Bella Justiani y los bebés de los seis padres que denunciaron ante la Fiscalía del estado Sucre no fueron las únicas víctimas ese año. Según reportó el exdiputado José Manuel Olivares, quien presidía la subcomisión de salud de la Asamblea Nacional, hasta diciembre de 2015 ocurrieron 247 muertes de neonatos en el Huapa.

Al año siguiente la crisis sanitaria y la muerte de infantes recién nacidos se agudizó. Fue el mismo diputado Olivares quien denunció ante los medios de comunicación que en los primeros cuatro meses de 2016 se registró la muerte de 96 neonatos. Esas fueron las únicas cifras que se conocieron de manera oficial y el parlamentario fue el único funcionario que habló al respecto.

Foto: Desde que Bella Justiniani perdió a su hijo en 2014, la situación en el hospital de Sucre no ha cambiado.

El monstruo por dentro

Bella Justiniani sabe lo que se vive en la Sala de Parto del hospital de Cumaná. La insalubridad, falta de medicinas y lo que calificó como negligencia médica y de las autoridades no han cambiado en los últimos siete años. Eso se ve reflejado en los reportes de periodistas y las denuncias de usuarios entre los años 2017 y 2022. Las salas contaminadas con bacterias, los servicios deficientes, las fallas en los laboratorios, la falta de personal médico, así como la insalubridad y carencia de insumos son parte de los reclamos constantes.

En febrero de 2022 la muerte de unas quince mujeres en trabajo de parto a causa de una presunta contaminación por bacterias en el hospital cumanés le recordó a Bella que la lucha no había acabado. Ella, que había decidido apartarse de este escenario por considerarse emocionalmente agotada, se sumó a Hernán Yendis, un hombre que vio morir a su esposa Jaqueline Ruiz y a su hija recién nacida el 14 de febrero.

Durante una protesta realizada el 23 de febrero de 2022 en las afueras del centro sanitario, personas que se identificaron como familiares de víctimas como Hernán, aseguraron que al menos 15 mujeres y sus recién nacidos habían muerto en las últimas semanas debido a una bacteria denominada “Klebsiella”. Las mujeres se habrían contagiado en los quirófanos al momento de dar a luz. 

Ante los medios de comunicación, Hernán Yendis y los otros familiares aseguraron que la infección que causó la muerte de las parturientas ocurrió durante la punción de la anestesia, lo que les ocasionó “meningitis bacteriana”. 

Además, Yendis dio a conocer que su esposa esperó más de una hora para recibir atención médica. Dijo que cuando ella fue ingresada a quirófano, su bebé ya no tenía signos vitales, por lo que se le tuvo que practicar una cesárea de emergencia. Ambas murieron a las pocas horas del procedimiento quirúrgico.

Ante la situación y la falta de respuestas de las autoridades sanitarias, Bella Justiniani decidió reactivar la lucha formalmente a través de su organización “Ni una más”. Su objetivo es apoyar a los familiares de mujeres o bebés fallecidos por malas condiciones sanitarias, además de colaborar en la recolección de insumos médicos para apoyar a las madres que están a punto de dar a luz y no cuentan con los recursos. 

Fue el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que Bella organizó la primera protesta masiva a las afueras del hospital. Ella y un grupo de personas, entre ellos familiares de las víctimas.

“Me motiva sentar un precedente. Que ninguna otra mujer pase por lo que yo pasé. La ley natural de la vida es que los hijos vean morir a sus padres, no los padres a sus hijos”, dijo la activista, que también organiza jornadas de alimentación y recolección de alimentos a través de su organización para ayudar a las pacientes del hospital cumanés.

Esconder lo evidente

La falta de cifras oficiales, de respuestas y de acciones legales ha sido una constante por parte de las autoridades sanitarias del Hospital Huapa. Lo fue en la época en la que Bella perdió a su bebé, lo fue ante la muerte de la esposa de Hernán Yendis y lo sigue siendo.

Foto: La situación en el hospital es bastante delicada. Hay muchas carencias.

En junio de este año, Ana Padilla, abuela materna de una neonata fallecida en medio de una falla eléctrica en el hospital,  relató la crisis que se vivió la noche del 16 de junio durante el apagón. Aseguró que su nieta falleció por hipotermia y dijo que los médicos de turno informaron a los familiares que el centro de salud no contaba con mantas térmicas para esos momentos y la bebé, junto a otros 12 neonatos, estaban requiriendo una.

En esa ocasión, el entonces director del Hospital de Cumaná, Dr. William Meneses, aseguró ante la prensa local que la neonata fallecida no murió a causa de la hipotermia sino por las complicaciones propias de un bebé prematuro, una declaración que Ana Padilla desestimó.

“La niña nunca estuvo entubada, la niña iba mejorando. Yo vi a mi nieta, la toqué. Cuando se presentó la falla eléctrica a las 2:30 am la luz (electricidad) nunca llegó, la planta nunca prendió y a las 6:00 am ya nos estaban pidiendo mantas”, dijo Padilla. “Hago un llamado a ese director a que sea honesto, que no crea que nosotros somos ignorantes, no sea irresponsable diciendo que la niña no murió por hipotermia, ya que el acta de defunción dice de todo menos hipotermia”, concluyó.

Bella Justiniani se percató de que el hecho de que las autoridades nieguen la situación, cambien los diagnósticos y no emitan cifras se ha sostenido en el tiempo desde el caso de su hijo. Ella asegura que entre las irregularidades que ocurren en el centro asistencial está la solicitud de medicamentos sin ofrecer un diagnóstico a los familiares, la alteración de historias médicas y el cambio de patologías para responsabilizar a los pacientes.

“Yo vi morir a más de cinco neonatos cuando mi hijo nació y a todas las madres nos dijeron que fue porque no nos cuidamos durante el proceso de gestación y no tuvimos control médico, por eso consignamos pruebas de control prenatal ante la Fiscalía”, dijo.

Wilfredo Muñoz es la voz de su esposa, Edgary Villafranca, una joven que falleció luego de ser sometida a una cesárea en el mismo centro de salud. “A ella la ingresaron el 14 de junio, la intervinieron a las 3 de la tarde, tuvo una filtración en la vejiga y nadie nos dijo nada”, dijo. Contó que lo poco que pudo saber sobre el estado de su esposa fue a través de la filtración de una enfermera y que tuvo que entrar de forma clandestina a su habitación para hablar con ella y saber cómo estaba. Lo último que escuchó de ella fue que no se sentía bien.

Foto: Wilfredo Muñoz pide justicia por su esposa Edgary Villafranca, que falleció luego en el mismo hospital

La autopsia reveló que, en medio de la cesárea, le fue perforada la vejiga.  Wilfredo acudió ante las autoridades policiales con una copia de este documento y también denunció la muerte ante la Fiscalía del Ministerio Público, sin obtener respuestas. Aseguró que los médicos intentaron decir que la vejiga fue perforada por la pierna de su bebé, una situación que quedó desestimada en la autopsia. Sin embargo, aún no hay responsables ni juicio. 

Además de justicia, Bella Justiniani desde “Ni una más” exige la construcción de un centro materno infantil. “Al hospital las mujeres que van a dar a luz corren riesgo de morirse, somos vulnerables y estamos desprotegidas. Sencillamente no hay condiciones y exigimos un centro sanitario en donde se respeten los derechos y se acabe la violencia obstétrica”, dijo.

La lucha por condiciones sanitarias para que las madres puedan dar a luz de forma apropiada en el principal hospital de Sucre, sigue. Mientras tanto, estos familiares aguardan que el sistema de justicia nacional logre que las autoridades de salud pública asuman responsabilidades por las vidas de madres e hijos muertos y que se eviten mas víctimas fatales.