Tejiendo redes

Constructoras de paz en Venezuela

Una encuesta muestra cómo el acoso callejero afecta la vida de las merideñas

En las calles de Mérida, muchas mujeres dicen no sentirse seguras en los espacios públicos que atraviesan en su cotidianidad. La Red Mérida Feminista encuestó a 131 personas sobre el acoso callejero y el 70% de ellas manifestaron sentir ansiedad luego de un ataque.

Por María Angela Arellano

A los 10 años, Ana*, comenzó a ir sola a la bodega de su comunidad, a pedido de sus familiares. En ese momento, cerca de su casa en la Av. Urdaneta, había una obra en construcción y muchas veces los trabajadores de allí le silbaban y le gritaban cosas referentes a su físico. Era tan solo una niña.

–Esto influyó muchísimo en mi autopercepción –dice Ana, estudiante de Medicina hoy con 25 años. –El acoso me hizo sentir culpable y comencé a sacar cualquier excusa para no ir sola a la bodega y tener que pasar por allí cada día.–

Además, esta situación le causó traumas que la persiguen ahora en su vida adulta: no se siente segura caminando en las calles y constantemente cambia de ruta hacia su trabajo para evitar peligros. 

El acoso callejero es una forma de violencia de género que no ha sido tipificada en la  Ley Orgánica sobre el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia. En las calles de Mérida, muchas mujeres dicen no sentirse seguras en los espacios públicos que atraviesan en su cotidianidad. 

Esta forma de violencia comienza con un “piropo”, pero puede llegar a ser el inicio de una desaparición.

Foto: Jornada de sensibilización ONG’s Mérida 2022. Créditos de la Red Mérida Feminista)

Sara*, defensora de derechos humanos de 32 años, se ha sentido incómoda por el acercamiento de trabajadores de entes gubernamentales. “Las cuadrillas de limpieza de la alcaldía me han hecho sentir acosada y vulnerable. Cada vez que camino al gimnasio me toca cambiar de acera para no escuchar las cosas que me dicen, me hace sentir mucha angustia”, narra. 

Sara, que vive en la Avenida Las Américas, ha modificado incluso su forma de vestirse. Dejó de usar faldas, tops y leggins,  como consecuencia de los comentarios de acoso callejero del cual ha sido víctima en varias ocasiones. 

“Sufrí un ataque de ansiedad luego de un episodio de acoso callejero”

Los viaductos de la ciudad de Mérida son sitios inseguros donde se sabe que hay acoso callejero. Por eso muchas mujeres los evitan, sobre todo cuando hay poco tránsito de personas. A veces no es posible otra ruta y ellas atraviesan temerosas.

Carolina*, estudiante de Derecho, sufrió un ataque de ansiedad luego de vivir una situación incómoda en el Viaducto Vicente Campo Elías. “Eran las seis de la tarde aproximadamente, iba camino a mi casa, estaba cruzando el viaducto cuando un señor que transitaba en sentido contrario a mí, me tomó la mano y la llevó a su entrepierna. Después de unos minutos de forcejeo logré soltarme”, narra la joven. Luego de allí, Carolina llegó muy asustada a su casa, ubicada en el Casco Central de Mérida, con el corazón acelerado. Sufrió de un ataque de ansiedad y le costó calmarse. Tras esa experiencia, ella evita a toda costa los viaductos. 

En mayo de este 2022, la Red Mérida Feminista realizó una encuesta sobre el acoso callejero, que estuvo abierta para hombres y mujeres, y arrojó datos interesantes. Karol Moreno, directora de la Red Mérida Feminista y politóloga, expresó que la iniciativa nace de varios testimonios de incomodidad que llegaron a la línea de apoyo de la organización, que trabaja a media marcha mientras se plantea una reconstrución. 

Los resultados de la encuesta desglosaron una serie de variantes que reflejan la inseguridad que sienten las mujeres merideñas al transitar por las calles de la ciudad.

131 personas fueron encuestadas y 70% de ellas manifestaron sentir ansiedad luego de un episodio de acoso callejero, tal como narra Carolina en su experiencia. 

93% de las personas encuestadas sufrieron acoso callejero en la vía pública; 87 % en transporte público y 73% en plazas y parques. 

Por otra parte, el 31% manifestó que al menos una vez presenciaron que alguien se masturbó de forma intencional en un lugar público. 35,8 %  de los encuestados ha recibido roces no consentidos en sus partes íntimas, en un lugar público, al menos una vez. 

Foto: Campaña Madre Si Yo Decido 2019 (Foto: Red Mérida Feminista)

Las consecuencias del acoso callejero repercutieron en un 79,4 % de personas que cambiaron su ruta diaria de tránsito para evitar pasar por el lugar donde recibieron acoso. Aunado a esto, el 76,3% manifestó sentirse indefenso ante esta situación. Se afirma, después de estas cifras, que el acoso callejero conlleva a la víctima a presentar alteraciones en sus emociones y arrebatar la tranquilidad. 

En Venezuela, un país donde se registraron 75 femicidios en los primeros cuatro meses del año 2022 de acuerdo con cifras de Utopix, el Estado sigue sin reconocer el acoso callejero como una forma de violencia de género, por lo que aún no ha empleado políticas públicas que prevengan estos hechos. 

Según el informe del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad de Los Andes (ODHULA) y ULA Mujer, desde el 1 de enero al 15 de mayo de 2022 se registraron 71 casos de violencia basada en género en la región andina. 38 ocurrieron en el estado Mérida, donde ocurrieron 2 feminicidios. Estas cifras se han vuelto preocupantes y alertan a las mujeres del estado. 

*nombres ficticios para proteger la identidad de las mujeres

Es importante que las víctimas de acoso callejero o cualquier otra forma de violencia de género sepan dónde acudir para pedir ayuda: 

Servicio telefónico nacional y confidencial, las 24 horas los 365 días del año:

0800-mujeres (0800-6853737)

AVESA

0212-4145114 martes a sábado de 8:00 a. m. a 8:00 p. m.

MULIER

0414-6254125

0424-6254125