Valera informó al IPYS que cuando iban a fotografiar la protesta fueron interceptados por quince personas encapuchadas. Los reporteros intentaban fotografiar un automóvil que un grupo de manifestantes estaba incendiando. Los agresores amenazaron a los reporteros con botellas rotas y piedras, y les quitaron sus cámaras.
Asimismo, Sánchez dijo al IPYS que conversó con miembros del centro de estudiantes de la UCLA para intentar recuperar las cámaras, pero le aseguraron que desconocían a los manifestantes. El valor de ambas cámaras asciende a US$ 3 mil.
Los reporteros denunciaron el robo en el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) del estado Lara.