Tejiendo redes

Constructoras de paz en Venezuela

Ecoembajadoras, las guardianas del Parque Nacional Henrri Pittier

Han sembrado cerca de 800 plantas y las mantienen hidratadas con el sistema de riego goteo a goteo. También han labrado la tierra para hacer el cortafuego en las faldas del cerro y no dejan de educar y concienciar a la población sobre el cuidado de lo verde 

María Eugenia Hermoso – 26/03/24

La educación y el ambiente están intrínsecamente relacionados, al igual que hay conexión de esa alianza con las mujeres. Y una muestra que habla de esa simbiosis es la labor que, desde el año 2017, realizan  las mujeres de Ecoembajadores por el Parque Nacional Henri Pittier, en el estado Aragua. 

Ellas siembran, cuidan los cultivos, previenen los incendios y, si les toca, también se embraguetan y sofocan las llamas. El fin es preservar el parque y ser vigilantes de la naturaleza.

Son mamás, abuelas, esposas, profesionales y, además, son activistas en pro de la madre naturaleza, y su líder es Eurenis Millán, psicopedagoga, nativa de la isla de Margarita, quien con su energía pujante y ese humor que resplandece, pasó de ser “la señora de las matas” a una verdadera guardiana de la montaña, además de impulsar a otras mujeres a la preservación y cuidado del ambiente.

Foto: Se forman y buscan asesoría para reservar la capa vegetal dañada por los incendios

El trabajo de estas ambientalistas es una muestra del gentilicio Venezolano. Suben tres veces por semana  al cerro a visitar a su “grupo de amigas”. Es así, como ellas llaman a las cerca de 800 plantas que han sembrado en una de las áreas del parque afectadas por los incendios ocurridos desde el año 2023. 

 El sueño hecho realidad 

La idea de los Ecoembajadores nació en el año 2016, cuando persistían en el municipio Mario Briceño Iragorry (MBI), en Aragua, fallas con la recolección de desechos sólidos y la comunidad convirtió la isla de la avenida principal en un vertedero improvisado.

En una escuela piloto de la comunidad se planteó hacer un programa de reciclaje para atacar ese problema, que llevó por nombre “la basura es un tesoro”, iniciativa que al pasar de los años se fue fortaleciendo y expandiendo.

Foto: La primera actividad de reciclaje en las escuelas

Millan, comentó que desde el primer momento los estudiantes se abocaron conjuntamente con sus representantes a la recolección de los materiales, que no sólo provenía de sus hogares, sino que se acumulaban en espacios públicos. 

“Incluso en alguna oportunidad subieron al cerro y bajaron una gran cantidad de botellas de plástico que se encontraban en la montaña, y eso nos motivó a generar acciones dentro de las áreas verdes de nuestro municipio. Por eso se nos unieron varias instituciones, agrupaciones y personas de interés y entre todos fundamos Ecoembajadores”.

Actualmente, suman un total de 25 mujeres, pero cuando apoyan al resto de las agrupaciones ambientalistas del estado, son una gran familia. 

Son muchas las cosas que promueven,  entre ellos la creación de cortafuego para minimizar los incendios en el parque nacional; además enseñan en las escuelas el valor de la naturaleza, y cuando tienen algún evento Eurenis y su grupo están más que listas para preparar la alimentación, refrigerio y bebida a los voluntarios. Todo canalizado en el mismo momento mediante donativos.

“No puedo decir que soy sola, tampoco que fue mi idea pues somos un equipo de colaboradores que nos ocupamos de la defensa del ambiente promoviendo la educación”, dijo.

Foto: Ecoembajadores funciona como una red de apoyo 

Reconocen labor

Gerardo Yépez Tamayo, quien ha dedicado su vida a la protección de los recursos naturales no sólo del estado Aragua, sino de todo el país, destacado biólogo conservacionista, y ha sido el profesor de una buena generación de venezolanos a través de sus libros, reconoce la labor de este grupo de mujeres. 

A sus 91 años se confiesa maravillado por lo que hacen estas activistas. “¿Quién mejor que las mujeres para cuidar el planeta?”, comentó durante un acto en el que se le rendía homenaje recientemente.

Por otro lado, Bernardo Perez, bombero forestal de Protección Civil y Administración de Desastres, les agradece tanta atención. “Cuando subimos a sofocar las llamas en el cerro, sabemos que ellas, las ecoembajadoras nos esperan, y canalizan ayuda o implementos y alimentos para cumplir la misión. Muchas de ellas, incluso, están preparadas para sofocar las llamas y su trabajo es organizado y cronometrado con el que hacemos arriba”.

Felipe Tamayo, efectivo activo de la Cruz Roja Internacional, destaca también el trabajo realizado por estas damas ambientalistas a lo largo del parque nacional. “Hacen un plan de riego gota a gota, y es impresionante el cuidado que tienen de unas 800 nuevas especies de plantas”.

Pulmón vegetal amenazado

El parque Nacional Herri Pittier tiene una extensión de 107 mil 800 hectáreas. Pero, a la fecha los incendios forestales en la totalidad del estado Aragua han alcanzado superficies de hasta 22 mil hectáreas. Por esta razón los Ecoembajadores se suman a la labor que se realiza desde el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sngr) y los cuerpos de seguridad, que activan el Comando Unificado contra Incendios Forestales, el cual que cuenta con un sistema hídrico y tres helipuertos.

A esto se añade el proyecto de riego a goteo de las ecoembajadoras, con el cual se ha logrado resguardar a 800 árboles sembrados. 

Es una técnica sencilla pero que necesita seguimiento y muchas manos, pues se trata de poner en cada planta una botella reciclada llena de agua a la que se le deja la tapa medio abierta, para que deje caer gotas y así hidratar las matas en tiempos de fuertes sequías.

Sin embargo, es una labor titánica, manual y muchas veces sin recursos, “lo mismo que para desarrollar un cortafuegos y que sea efectivo es necesario hacer un camino de al menos 40 centímetros de ancho, para lo que, evidentemente, hay que podar, rastrillar y desbrozar el terreno, y no contamos con las herramientas completas para agilizar el trabajo”, destacó Millán.

Foto: Millán siembra, cultiva y educa 

Con la organización Ecoembajadores hacen vida 12 agrupaciones ambientalistas y de rescate. Todas coexisten entre ellas para brindar apoyo a la joya natural que es el Parque Henri Pittier y donde habitan más de 500 especies de aves, siendo 22 endémicas.

Pero en el caso específico de las 25 guardianas del parque, lo que hacen con el grupo de voluntarios, es una muestra de una red que fortalece, como las constructoras de paz, el camino para un mundo sostenible con su lema “adopta una planta”.  

Ellas en tan solo ocho años se han abierto un camino que las ha dotado de autoridad para ejercer funciones de vigilancia y protección ambiental y, a la vez, coadyuvar en labores de salvamento y rescate a la falda del parque, creado en 1937 con el nombre de Rancho Grande y rebautizado 1953 con el nombre de Henri Pittier, en honor al geógrafo, botánico y etnólogo suizo que llegó al país en 1917.

Foto: El sistema goteo a goteo ha beneficiado la reforestación