jueves , abril 25 2024

Caracas. Cinco reporteros lesionados por el impacto de lacrimógenas durante manifestación del 26 de abril

  • 14 trabajadores de medios de comunicación han sido heridos por el impacto de proyectiles de bombas lacrimógenas en un período de 20 días

Quince puntos de sutura en la cabeza recibió Ayatola Núñez, periodista del diario El Nacional. Esta fue una de las lesiones que sufrieron ocho trabajadores de medios de comunicación social durante la cobertura de una serie de concentraciones que se desarrollaron en distintos puntos de Caracas, ciudad capital del país. Cinco de ellos fueron impactados por proyectiles de bombas lacrimógenas, incrementando a 14 el número de reporteros afectados por la acción represiva de los cuerpos de seguridad contra las manifestaciones ciudadanas convocadas por la oposición.

Las movilizaciones

 Funcionarios de seguridad estatal impidieron una vez más el paso hacia la Defensoría del Pueblo. Foto. EFE.

Sectores del oficialismo y la oposición convocaron a varias movilizaciones el 26 de abril de 2017. El oficialismo salió desde la plaza Morelos, en Bellas Artes, hacia el Palacio de Miraflores. Sin ningún impedimento pudieron llegar a su destino, donde los recibió el presidente Nicolás Maduro, quien dirigió un mensaje a los estudiantes que apoyan su gestión de gobierno.

La oposición partió de 26 puntos en Santa Rosalía, 23 de enero, Caricuao, La Vega, Montalbán, El Paraíso, Antímano Junquito,  Metro La Paz, San Juan (Maternidad), La Pastora, San Bernardino, San Agustín, Plaza La Concordia, Coche, El Valle, Crema Paraíso, Metro Los Símbolos, El Recreo, Plaza Las Américas, Calle Élice de Chacao, Unicentro El Marqués, Santa Fe, La Trinidad, Plaza Altamira y Los Dos Caminos. Aunque tenían previsto la Defensoría del Pueblo como punto de destino, la movilización cambió de ruta a último minuto por el bloqueo de las calles que mantenían los cuerpos de seguridad del Estado. Esta convocatoria no tuvo el mismo destino que la marcha oficialista, reprimida por las fuerzas policiales y militares en varios puntos de la ciudad capital, como fueron la autopista Francisco Fajardo a la altura de Las Mercedes y la Plaza Los Estadios, en las adyacencias de la Universidad Central de Venezuela (UCV).

Lesionados por objetos y proyectiles

Dos reporteros, dos fotoperiodistas y un camarógrafo resultaron lesionados con el impacto de proyectiles de bomba lacrimógena. El grupo de reporteros, como medida de seguridad, se ubicó en un hombrillo de la autopista Francisco Fajardo a la altura de El Rosal, con el fin de evitar ser alcanzados por la represión durante el conflicto. Apenas 20 minutos después de haber comenzado su trayecto, la Policía Nacional Bolivariana (PNB) comenzó a reprimir la manifestación.

“La represión comenzó antes de la una de la tarde”, aseguró el reportero gráfico de La Patilla, Eduardo Ríos, quien en compañía de su compañero, el también reportero gráfico, Régulo Gómez, recibió rebotes de proyectiles de bombas lacrimógenas a la altura de las piernas y los pies. “Esta fue la primera vez que tuvimos que correr junto a los manifestantes”, recordó impresionado pues asegura que los funcionarios militares disparaban bombas lacrimógenas, en varias oportunidades, a la altura del cuerpo de las personas y no hacia el aire.

El reportero aseguró que, junto a trabajadores de otros medios de comunicación, quedaron en medio del conflicto. “Puedo dar fe que la ballena apuntó hacia nosotros y nos roció agua”, dijo. El reportero Régulo Gómez recibió un impacto en su brazo derecho y una de sus piernas que alcanzó a rasgar y quemar la tela de su pantalón.

https://twitter.com/ipysvenezuela/status/857424287866773508

A pocos metros se encontraba Mildred Manrique, periodista de 800 Noticias, quien aseguró haber visto cómo un funcionario de la PNB apuntó y disparó un proyectil de bomba lacrimógena contra los reporteros que cubrían la represión. “Una de las bombas me alcanzó el muslo, casi en el entrepierna, y me tiró al suelo”, recordó Manrique.

Cinco días de reposo recibió Gregory Jaimes, reportero de Caraota Digital, luego de ser alcanzado por dos proyectiles, disparados por los mismos funcionarios policiales, que lo alcanzaron a la altura de una de sus rodillas y tobillos. Los proyectiles no causaron fracturas, pero sí lesiones internas.

Un camarógrafo de prensa de la Mesa de la Unidad Democrática, Eduardo Josué López recibió el impacto de un proyectil de bomba lacrimógena a la altura del estómago. Su compañera, la periodista Diana García, se encontraba a su lado y recordó que, a diferencia de las represiones anteriores durante este contexto de manifestaciones, los funcionarios militares no dispararon los proyectiles hacia el aire, sino en línea recta hacia los manifestantes. García recordó que los funcionarios policiales dispersaron a los manifestantes hacia varios puntos de El Rosal, Chacaíto y Las Mercedes, donde continuaron arrojando bombas lacrimógenas. En el enfrentamiento, la periodista recibió el impacto de un peñón en su espalda. Aseguró que no fue una lesión grave porque llevaba puesto un chaleco.

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Otros dos reporteros resultaron lesionados. El camarógrafo de CNN en Español, Simón Rodríguez, sufrió una quemadura de primer grado en su pantorrilla derecha por el impacto de un cohetón que rebotó hacia su pierna. El camarógrafo, quien cubrió la manifestación opositora a la altura de El Rosal, se dirigió a la autopista, donde se topó con un piquete de la Guardia Nacional. “Nos pusimos a grabar, y a los pocos minutos comenzó la trifulca: bombas, piedras. Entre las cosas que lanzaron, un cohetón me rebotó en la pierna y explotó”, dijo.

Rodríguez se retiró por la cantidad de objetos que lanzaban en el lugar. Fue trasladado en motocicleta a Salud Chacao, donde sus médicos tratantes le hicieron una limpieza.

Poco después de la una y media de la tarde, Ayatola Núñez, reportero de la fuente Política del diario El Nacional recibió el impacto de un objeto en la parte superior de su cabeza cuando cubría, en compañía de una amiga, la movilización opositora en la Plaza Los Estadios. La movilización partió de la avenida Páez de El Paraíso con destino a la Defensoría del Pueblo.

“De pronto nos vimos con los pies llenos de gases lacrimógenos. Sentí el impacto, aunque no sé lo que fue, quienes estaban cerca aseguraron que había sido el impacto de una bomba lacrimógena”, aseguró el reportero, quien fue trasladado al Hospital Universitario de Caracas (HUC), y posteriormente a la Policlínica Metropolitana, donde recibió 15 puntos de sutura, ocho internos y siete externos. Por ahora se recupera y debe guardar 21 días de reposo.

En el contexto de manifestaciones ciudadanas, IPYS Venezuela registra que 14 trabajadores de medios han resultado lesionados por el impacto de proyectiles de bombas lacrimógenas disparados por funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana y la Guardia Nacional. Ellos son Miguel Gutiérrez, de la agencia EFE; Edgar Trujillo, de Univisión; Héctor Antolínez, Anthony Aparicio y Rafael Briceño, de Contrapunto; Luis Gonzalo Pérez y Gregory Jaimes, de Caraota Digital; Román Camacho, independiente; Diógenes Colina, independiente; Rubén Rodríguez, Últimas Noticias; Eduardo Ríos y Régulo Gómez, La Patilla; Mildred Manrique, 800 Noticias, y Eduardo Josué López, prensa Unidad.

Salud Chacao y Salud Baruta confirmaron que recibieron entre el 4 y 26 de abril a 77 heridos. En este período, Foro Penal Venezolano informó que 1584 personas fueron arrestadas, 434 están en libertad bajo fianza, y 213 no han sido presentados en tribunales.

El 26 de abril, el Ministerio Publico dio una balance oficial de  26 fallecidos, 22 adultos y 4 adolescentes; 437 lesionados y 1289 detenidos. El 26 de abril en las inmediaciones de la Torre Británica, Altamira, murió por el impacto de un objeto contundente en su pecho uno de los jóvenes que participaban en la manifestación. Juan Pablo Pernalete (20 años) entró sin signos vitales a Salud Chacao. El Ministerio Público investiga las responsabilidades en ese caso.

Las agresiones físicas a los comunicadores sociales atentan contra los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión, de acuerdo con los estándares internacionales del sistema interamericano. Estos hechos también vulneran los principios establecidos en los artículos 57 y 58 sobre libertad de expresión y acceso a la información de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

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