jueves , abril 25 2024

Carlos Dada: «La comunidad internacional tiene que exigir a Israel una moratoria del ‘software’ Pegasus contratado por regímenes autoritarios»

Carlos Dada, director del diario salvadoreño ‘El Faro’.

API Internacional

Una investigación conjunta de las organizaciones Access Now y Citizen Lab, verificada por Amnistía Internacional, ha revelado cómo 22 periodistas y trabajadores del diario digital El Faro y otros periodistas de El Salvador -35 en total- han sido espiados con el programa informático Pegasus, de la empresa israelí NSO Group. Un software ‘espía’ que solo puede ser contratado por gobiernos a la compañía israelí y se utiliza para intervenir, acceder y sustraer información de dispositivos móviles. Según ha revelado la investigación exhaustiva del análisis forense, 35 teléfonos fueron intervenidos por Pegasus, la mayoría de ellos del diario El Faro, desde julio de 2020 a noviembre de 2021.

Carlos Dada, su director y uno de los afectados, denuncia que todo empezó cuando una trabajadora de El Faro, Julia Navarrete, detectó actividades irregulares en su dispositivo. «Ahora ya somos expertos, pero cuando te meten Pegasus no es fácil notarlo. Es como colocar una puerta en tu teléfono, hay un proceso de abrir y cerrar esa puerta cada vez que entran y salen del dispositivo. Pegasus permite hacer prácticamente todo con tu móvil: activar el micrófono, ver tus fotografías, leer tu correo, llevarse tus archivos», explica.

La excepcionalidad de El Faro ha sido la obsesiva intervención de sus dispositivos. «Lo que nos dicen Access Now y Citizen Lab es que el uso de Pegasus es muy caro y necesitas capacitar a analistas. Normalmente se utiliza contra un grupo reducido de personas. Entran una vez, acceden a la información y vuelven a los seis meses. En nuestro caso les ha parecido escandaloso lo que llaman las ‘intromisiones obsesivas», explica Dada.

«El espionaje fue más intenso en las fechas previas a publicar las noticias que más afectaban al Gobierno de Bukele»

El periodista y jefe de Redacción Óscar García es quien más intromisiones tuvo, 42 en total. En su caso, entraban y salían. A quien más días tuvieron bajo espionaje fue al periodista Carlos Martínez, con 269 días y 12 entradas. En el teléfono de Carlos Dada entraron doce veces y lo intervinieron durante 167 días. «Lo grave es que estaban en el teléfono viviendo conmigo», detalla. El espionaje fue tan intenso que afectó a todas las áreas del periódico: el gerente, personal de comercialización, el jefe de desarrollo, la encargada de estrategia digital.

«Nada tiene sentido», continúa Dada, «por eso tardaron tres meses en analizar todo el proceso de intromisión telefónica. ¿Para qué quieres entrar 49 veces en un teléfono en un año?». El objetivo, como era previsible, eran las investigaciones periodísticas. «Hemos cruzado los momentos de mayor intensidad de las intervenciones de Pegasus con nuestra actividad informativa y coinciden absolutamente. En las fechas previas a publicar las noticias que más afectaban al Gobierno es cuando más intenso fue el espionaje«, añade.

Bukele, punto de inflexión

Es más, durante la investigación, cuando estaban revisando el teléfono de Carlos Martínez, consiguieron ver en tiempo real el momento en que el operador de Pegasus estaba copiando su información. «Esto que para nosotros fue un momento de terror, para las organizaciones fue un éxito del análisis forense. Nunca habían comprobado en vivo como Pegasus absorbía información y les permitió detectar que la persona estaba en El Salvador. Esto es muy importante porque ya sabemos que el operador está en nuestro país», indica.

El espionaje convencional (fotos, seguimientos…) había empezado antes en El Salvador con gobiernos anteriores. Sin embargo, los ataques a periodistas se han intensificado durante el mandato de Bukele, en el poder desde 2019. «Como esto nada, ni de cerca, nunca habíamos vivido esta agresividad contra nosotros. Hemos estado haciendo periodismo con acusaciones falsas, con investigaciones por lavado de dinero y evasión de impuestos, con campañas de legitimación, con drones enviados a nuestras casas para filmarnos, gente entrando en nuestros domicilios para robar los ordenadores…», detalla Carlos Dada.

«Nunca habíamos tenido un presidente que acumulara tanto poder y le importaran tan poco los valores democráticos», denuncia. «El Gobierno de Bukele nos ha declarado enemigos públicos y está utilizando todo el aparato del Estado para golpearnos. A pesar de que anteriores ejecutivos y presidentes nos atacaban, estaban sujetos a cierta institucionalidad democrática en la que había algunos controles. Ahora no hay garantías constitucionales ni independencia judicial», reflexiona.

Moratoria de Pegasus

La empresa NSO siempre alega que venden el software Pegasus para combatir el terrorismo y el crimen organizado. Sin embargo, como apunta Dada, «lo único que llevamos años escuchando es que se utiliza para espiar a periodistas y activistas. Ya basta». Para el equipo de periodistas de El Faro“esta empresa se lucra con gobiernos autoritarios que se dedican a perseguir a periodistas y defensores de los derechos humanos. La comunidad internacional tiene que exigir a Israel una moratoria de este software que está siendo utilizado contra personas que luchan por otras causas. No somos terroristas, no somos criminales».

Desde El Faro, apunta su director, «lo primero que pediría a los fabricantes de Pegasus; al ministerio de Defensa israelí, que es el que aprueba o reprueba a los clientes de NSO; y a la comunidad internacional es que le pongan freno a esto. El grupo NSO lleva años actuando así».

Y a partir de ahora ¿cómo va a afrontar El Faro trabajar en estas condiciones? «Mentiría si dijera que esto no ha golpeado y afectado mucho a la redacción y a nuestras familias. Saberte espiado, saber que alguien tiene las fotos de tu vida privada, tus videos, tus chats… Afecta muchísimo a nuestras fuentes. Va a ser difícil que alguien quiera hablar con nosotros si las autoridades saben quién nos está filtrando información. Dificulta mucho el trabajo profesional y afecta la vida personal de todos», relata el director. «Hay miedo pero vamos a seguir», concluye.

El Faro tiene dos editores expulsados por el Gobierno de Bukele, el periodista mexicano  y miembro de la API Daniel Lizárraga y Román Grecia, editor de El Faro English, actualmente en Guatemala, ambos con la prohibición de entrada en el país.

Fuente: https://investigacionapi.com/portada/2022/01/16/carlos-dada-la-comunidad-internacional-tiene-que-exigir-a-israel-una-moratoria-del-software-pegasus-contratado-por-regimenes-autoritarios/

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