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El 14 de marzo de 2014, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), cuerpo de seguridad del Estado, agredieron a miembros del equipo reporteril del Canal 13, televisora de Chile, mientras cubrían la detención de un grupo manifestantes en el sector Altamira, este de la ciudad de Caracas, capital del país.
Cristián Dubó, camarógrafo del equipo reporteril de Canal 13, de Chile, informó para la televisora que fue agredido por 6 funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a quienes identificó como fuerzas policiales que le propinaron golpes y patadas cuando registraba en video la detención de un dirigente estudiantil en Altamira, zona este de Caracas.
Dubó dijo que 6 funcionarios de la GNB lo abordaron y lo alejaron de la zona donde se llevaba una detención. A pocos segundos, los funcionarios comenzaron a agredirlo junto con su compañero de trabajo sin mediar palabras. El reportero aseguró haber recibido puñetazos y codazos mientras los funcionarios le solicitaban las credenciales de que los identificaban con trabajadores de la prensa de Chile.
Aseguró que luego de haber entregado a uno de los funcionarios las mencionadas credenciales, el mismo negó que las tuvieran en su poder, cuando en realidad las habían guardado bajo su chaleco de seguridad y admitía desconocer sobre la existencia de las mismas frente a otros funcionarios de seguridad del Estado.
Al cabo de unos minutos, el funcionario alejó al reportero a escasos metros de la zona de la detención y le devolvió la credencial lanzándosela al suelo. Dubós, quien se agachó para recoger su credencial, aseguró haber sido pateado mientras estaba en el suelo, y también haber sido amenazado por este funcionario con ser detenido si lo identificaban el viernes 15 de marzo de 2014 en la misma zona.
El reportero de Canal 13 dijo que estos funcionarios militares lo despojaron de la memoria de su cámara y le tomaron fotografía a su carnet de prensa. Después de esta última acción, los dejaron retirarse de la zona.
Dubó aseguró que en el sector Altamira se encontraban cerca de 300 personas, entre agentes de seguridad del Estado y manifestantes, en la zona.
