Las agresiones se dieron durante y después de la final del campeonato de fútbol venezolano entre el equipo local y el Caracas FC.
Los hinchas, además de lanzar piedras a los periodistas, arremetieron contra unidades móviles y equipos de transmisión. Esto causó la interrupción de la señales.
Al día siguiente, 31 de mayo, los reporteros fueron agredidos nuevamente, mientras comían en un restaurante. En especial Alberto Camardiel. Los simpatizantes del Táchira también intentaron robar las cámaras.
IPYS rechaza esta agresión y exige garantías para el ejercicio del periodismo.