El 17 de febrero de 2012, la periodista Jurenny Salinas del Diario El Venezolano fue expulsada por un vigilante privado del hospital Américo Babó que pertenece a la empresa siderúrgica estatal CVG Ferrominera Orinoco. Esto ocurrió en Ciudad Bolívar, estado Bolívar, al sur del país.
Salinas acudió al centro asistencial para dar cobertura al caso de un obrero quemado en medio de un accidente laboral. La periodista denunció que cinco vigilantes obstruyeron su entrada de una forma agresiva, “casi se me lanzan encima”, agregó la reportera. Uno de los funcionarios le indicó que no podía pasar a emergencia si no tenía una orden firmada por el director del centro y la hicieron sacar “prácticamente a la fuerza”. Salinas estaba acompañada de su fotógrafo Inocente Caraballo.
Un hecho similar le ocurrió a la reportera Josmary Vegas, del Diario Primicia, quien relató que el viernes 10 de febrero, una vigilante privada que aseguró seguir directrices de la doctora Elizabeth Castro, directora del hospital de Guaiparo, les impidió el paso a ella y a su fotógrafo Miguel Frontado a la emergencia de este hospital, ubicado en la localidad de San Félix. “Hay mucho hermetismo desde que asumió Castro. He intentado hablar con ella para conversar, pero no nos atiende. Me ha hecho esperar en varias ocasiones, pero esta vez nos sacó la seguridad. Nos dijeron claramente: está prohibido el paso de la prensa”. La periodista estaba haciendo un reportaje sobre la inexistencia de medicamentos en la farmacia del hospital.