IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El sábado 6 de abril el periodista Jesús Alberto Yajure, quien actualmente trabaja para el medio France 24 en español y vive en Colombia, fue intimidado por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) quienes, durante una revisión en un punto de control en la autopista Acarigua-Barquisimeto, lo llamaron “conspirador” y “fascista”.
1/3 #AvanceIPYSve | El pasado #6Abr el periodista @albertoyajure, quien trabaja para @France24_es y actualmente vive en Colombia, fue amenazado por efectivos de la GNB con ser detenido y aplicarle la normativa contra el fascismo luego de identificarse como periodista. #23Abr
— IPYS Venezuela (@ipysvenezuela) April 23, 2024
Yajure relató a IPYS Venezuela que, después de volar desde Bogotá hacia Cúcuta, cruzó el Puente Internacional Simón Bolívar y en San Antonio del Táchira tomó un autobús hasta Barquisimeto, estado Lara, para celebrar el cumpleaños de su hijo en familia. Aproximadamente a las 8:30 a.m., en el peaje Simón Planas, conocido como La Miel, ubicado en el estado Lara, funcionarios de la GNB detuvieron el vehículo y pidieron la cédula de identidad a todos los pasajeros durante una inspección de rutina.
“Me despertó un guardia que me dijo que le entregara mi cédula. Yo se la di, le entregué también el pasaporte. Me preguntó a qué me dedico, le dije que soy periodista”, explicó Yajure. Al terminar de hacer el recorrido por el bus, el militar le ordenó bajarse con su equipaje y le hicieron cruzar la vía hacia una oficina en el peaje, donde empezaron a revisar sus maletas y a hacerle preguntas sobre su trabajo.
Uno de los dos funcionarios le preguntó al reportero si tenía información referente al gobierno, a lo que él respondió que no y explicó que trabaja fuera del país, que iba al cumpleaños de su hijo, estaría en Venezuela una semana y se regresaría. Sin embargo, los guardias comenzaron a revisar los archivos en su computadora y leyeron conversaciones de WhatsApp en una sesión abierta en el equipo. “Encontraron unas capturas de pantalla de unas notas que yo edité en El Pitazo cuando era editor hasta diciembre. Uno de ellos empezó a gritarme ‘yo te pregunté si tenías información y me mentiste, tú eres un conspirador, eres un fascista’”. El guardia le tomó al menos seis fotos a distintos contenidos en la pantalla de su computadora. Yajure dijo que no era fascista, ni conspirador, sino que era un ciudadano y periodista.
También lo acusaron de venir a Venezuela a buscar información para venderla a los gobiernos extranjeros, ante lo que el periodista volvió a explicar que solo viajaba para estar con su familia. El militar le mostró un resumen de la normativa contra el fascismo —aprobada en primera discusión el 2 de abril y que debe ser sometida a consulta pública— y le dijo que era un fascista porque así lo decía la ley, y que iba a dejarlo detenido. El otro funcionario dio la orden para que el bus donde viajaba el comunicador se fuera sin él.
Momentos después, los uniformados dijeron que a la patrulla le faltaba aceite, le pidieron dinero a Yajure y él se negó. Tras insistir por un rato y ante la negativa del periodista de darles dinero, los efectivos le ordenaron guardar sus pertenencias y salir del lugar.
Durante la situación, que se extendió por casi una hora, Yajure pidió en varias oportunidades que le dejaran cargar su teléfono, que estaba sin batería, para hacer una llamada y avisar a sus familiares, que lo estaban esperando, pero los funcionarios se negaron. Al salir de la oficina en el peaje, el periodista volvió a cruzar la vía. Personas de la zona lo ayudaron a cargar su teléfono y luego logró abordar otro autobús que pasaba por la autopista hacia Barquisimeto.
IPYS Venezuela repudia las amenazas y actos de hostigamiento hacia Jesús Alberto Yajure, así como la violación de sus comunicaciones privadas como consecuencia de su identificación como periodista. Esta organización también alerta sobre las implicaciones inhibitorias de la normativa contra el fascismo, aprobada en primera discusión el 2 de abril por la Asamblea Nacional de mayoría oficialista, y que contiene imprecisiones que podrían abrir espacios para su aplicación arbitraria contra la disidencia y las voces críticas, según lo consideren los actores de poder.
