El equipo de prensa volvía de realizar una cobertura. Cuando pasaron por el lugar de la retención se encontraron con que allí se realizaría un acto presidencial. Se detuvieron para que Castillo tomara algunas fotos, pero un funcionario les pidió retirarse.
En el momento en que los reporteros se marchaban, los efectivos militares los interceptaron, los bajaron del vehículo apuntándolos con armas de fuego, los requisaron y los llevaron a la oficina de seguridad de la Asamblea Nacional.
Mientras los tuvieron retenidos, los militares intentaron borrar las fotos que Castillo había tomado. Argumentaron que atentaban contra la seguridad del Presidente. Finalmente, no borraron las fotografías, pero se quedaron con la memoria que las contenía.
Al lugar se acercó un grupo de seguidores del presidente Chávez para intimidar a los periodistas concentrados en las afueras de la Asamblea Nacional, quienes exigían la libertad de Montenegro, Pérez, Castillo y Lara.
Finalmente, las autoridades autorizaron la liberación de los reporteros para evitar que la situación empeorara.
IPYS rechaza todas estas medidas que atentan contra el ejercicio del periodismo.