IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
Desde el 30 de mayo de 2015, Gustavo Bastardo, jefe prensa de la Alcaldía del Municipio Zamora, estado Miranda, comenzó a ser víctima de ataques verbales realizados desde cuentas afectas al oficialismo a través de la red social Twitter.
De acuerdo a lo investigado por IPYS Venezuela, los señalamientos en contra de Bastardo se deben a que en 2012 fue presidente de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y participó en varias marchas estudiantiles.
El joven periodista conoció poco tiempo después a la actual alcaldesa de Zamora, Thais Oquendo, por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), quien le ofreció el cargo y el cual Bastardo aceptó en abril.
Un mes después se comenzaron a publicar a través de Twitter mensajes despectivos que lo acusan de ser de la “ultranza” y de “Primero Justicia” acompañados de fotos antiguas de Gustavo Bastardo con reconocidos dirigentes políticos de la oposición.
De igual forma, se conoció que tales señalamientos también fueron realizados en el programa de Radio “Al Pie del Cañón” transmitido por Milenium 107.7 fm, en el cual se pidió la destitución del cargo del jefe de prensa por ser un “infiltrado”.
El comunicador social Carlos Rubén Cadenas Tovar, quien se identifica como revolucionario, redactó un comunicado que envío a diferentes medios de comunicación tras haber tenido un impase con Bastardo, en el que confiesa que acudió al ayuntamiento local en busca de la mandataria local “para advertirle de mi celosa defensa de nuestra Revolución Bolivariana, y que era una contradicción e ingenuo error político, el nombrar o designar como nuevo Jefe de Prensa de la Alcaldía Bolivariana de Zamora a un evidente cuadro político de la derecha fascista, proveniente del movimiento juvenil denominado “manos blancas” Javu y expresidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Comunicación Social de la UCV en nombre de la Mesa de la Unidad Democrática en la plancha neo fascista 100% Unidad y Gestión”.
Ante los señalamientos, la alcaldesa Oquendo en rueda de prensa ofrecida recientemente defendió la labor de su jefe de prensa, asegurando que no se puede “botar a una persona por pensar diferente”.
Este hecho se enmarca en una ciberagresión, a través de la red social Twitter, con fines intimidatorios.
El numeral 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) establece que los hechos de intimidación a los comunicadores sociales violan los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión.
Por otro lado, el artículo 1 de la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH) de la Organización de Estados Americanos establece que los Estados deben comprometerse a respetar los derechos y libertades de los ciudadanos sin distinción alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social.
Aunque la denuncia del Estado venezolano en contra de la CADH -que dejó a Venezuela fuera de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH)- se hizo efectiva en 2013, el carácter de Irreversibilidad de los Derechos Humanos tiene singular relevancia, debido a que los derechos consagrados y ratificados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela deben ser respetados y garantizados para todos los ciudadanos.
