Los manifestantes escribieron un graffitti y se encadenaron en los tribunales para exigir la liberación del diputado José Sánchez “Mazuco”. Esto causó la intervención de los vigilantes y policías que resguardaban la sede.
Johan Gómez denunció que las fuerzas de seguridad le intentaron quitar varias veces la cámara de video y romper el cable del micrófono, para evitar que siguieran grabando las escenas de la represión policial.
Durante el forcejeo, el vigilante arremetió contra Gina Caldera, acusándola de organizar la protesta. La periodista desmintió esa acusación.
La situación se detuvo cuando la policía logró replegar la manifestación y detener a uno de los 9 estudiantes que protestaban.