Uno de los sujetos tumbó al piso a Rocío Pérez y arremetió a patadas contra Oropeza y su cámara para evitar que filmen las afueras del bingo. Los periodistas cubrían una nota sobre el racionamiento eléctrico en el país.
Una patrulla de la policía municipal presenció la agresión pero no actuó sino hasta que llegó uno de sus superiores. Recién allí detuvieron a uno de los agresores.
Los reporteros permanecieron por varias horas en la sede policial para sentar la denuncia, quejándose de la poca disposición de la policía del sector.
El agresor estuvo detenido hasta el día siguiente que fue liberado por orden de la Fiscalía, que investiga lo ocurrido.