jueves , abril 18 2024

El carnet de la patria si inspira en China para vigilar a los Venezolanos

A casi dos años de su implementación, la mitad de la población venezolana está inscrita en el sistema patria con la esperanza de recibir bonos que le permita paliar el hambre, de acuerdo con una fuente independiente consultada por El Pitazo. El Gobierno apunta a predecir hábitos de consumo del venezolano con esta herramienta, tal como sucede en China, donde se premia y castiga a la población con base en una lista negra. Quienes se inscribieron ya no pueden borrar sus datos

Por Andrea Tosta, El Pitazo

Por: Andrea Tosta

¿Cómo esta gente sabe eso?”, se preguntaba una pareja de profesionales residenciada en Vargas mientras se adentraba en el sistema patria. La mujer de 48 años ayudaba a su compañero de 56 a confirmar cierta información para convertirse en beneficiarios del subsidio de gasolina, que el mandatario Nicolás Maduro anunció en agosto de este año. Pero con cada click la incomodidad de ambos aumentaba al punto de sentirse vigilados.

La plataforma les hizo corroborar datos que no habían suministrado antes, ni cuando el padre de familia sacó el plástico en Catia La Mar con solo una copia de la cédula de identidad y su dirección. Validaron que era jubilado, que tenía un vehículo, que no tenía miembros de su familia que dependían económicamente de él, que recibía las cajas de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), quién era la coordinadora del Clap en su urbanización y quiénes conformaban su núcleo familiar, entre los que aparecieron su madre, padre e hija.

“Me imagino que no salí en su árbol genealógico porque nosotros dos no estamos casados legalmente. Si no, hubieran sacado esa información del registro. No creo que sea por no tener el carnet, porque mi niña de 11 años tampoco lo tiene”, razona la mujer.

La información que les arrojó la página proviene de distintas bases de datos de instituciones públicas, como el Registro Electoral (RE), el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y diversas carteras ministeriales. También de la banca del Estado, pues el hombre pudo corroborar la existencia de su cuenta en el Banco de Venezuela. Incluso, el sistema patria almacena aportes de los consejos comunales y las Unidades de Batalla Hugo Chávez (Ubch).

Pese a ya tener esa información, el Gobierno les hizo saber que conocía sus datos personales, que los relacionaba y que los podía asociar a un documento de identificación que dejó obsoleta a la cédula de identidad. “Generan la sensación de que saben en lo que estás”, confiesa la ama de casa.

.

.

A través de conexiones de redes privadas virtuales —VPN por sus siglas en inglés—, el Gobierno maneja una big data con la que entrelaza información de diversas bases de datos con altos niveles de seguridad y la muestra digerida en una interfaz donde el usuario confirma y agrega datos que incluyen hasta redes sociales y afiliación política. La consulta dinámica de la información podría llevar a determinar hábitos de consumo, como cuántas veces al mes una persona llena de gasolina el tanque de su carro, reveló una fuente del Ministerio de Ciencia y Tecnología a El Pitazo.

La sensación de vigilancia de la pareja varguense se relaciona con la visión estatal que se tiene de la plataforma. El ministro de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología, Hugbel Roa, hizo referencia en diciembre de 2017 a que el año próximo se consolidaría la herramienta a través de tecnologías estadísticas que les permitirían determinar “qué sucede en todos los rincones del país”.

Aunque quisieran, los datos que los usuarios ingresan en www.patria.org.ve no pueden borrarse, explica una fuente experta en ingeniería de computación que, como la pareja de La Guaira, prefiere mantener el anonimato por temor a represalias. La información que contiene el sistema patria reposa en servidores tipo espejo que generan una copia exacta a la de los servidores del sistema patria, explica la fuente a El Pitazo.

Los venezolanos afiliados al sistema patria no notarían una falla en el sistema en caso de que uno de los servidores originales deje de funcionar, gracias al complemento de los espejos. Incluso, los servidores almacenan la información cruzada que se genera de búsquedas personalizadas a través de un algoritmo, que puede guardar consultas dinámicas. La fuente consultada, conocedora del funcionamiento de la herramienta, confirma que una afiliación masiva no impactaría en el funcionamiento del sistema, ni lo colapsaría.

“El carnet es un mecanismo de control social, porque lo hagan o no lo hagan, la gente cree que puede ser vigilada. Con esto, los colectivos quedaron obsoletos. Cada persona se convierte en un policía de sí mismo”, apunta Iria Puyosa, especializada en comunicación y opinión pública.

El bono y el carnet van de la mano

Según cifras que ofreció el Primer Mandatario el 3 de diciembre de 2017 en su programa Los Domingos con Maduro, 15 millones 750 mil personas tenían el carnet de la patria hasta las 12:20 de esa tarde. Dos días después, en una alocución que ofreció desde el estado Bolívar el 5 de diciembre de ese año, Maduro indicó que 16 millones 217 mil 408 venezolanos se habían inscrito en el sistema del carnet de la patria. Casi un año después, para septiembre de 2018, la cifra se ubicó en 18 millones 395 mil 792 venezolanos, según el mismo Maduro.

El Pitazo corroboró con una fuente independiente que el sistema patria no tuvo un crecimiento tan acelerado como el que anunció el Ejecutivo. Para octubre de 2017 se registró un primer pico que ronda los 4 millones y medio, cifra similar a la de los funcionarios públicos que sirven a las instituciones públicas del país. “Fue prácticamente obligatorio registrarse por las nóminas de recursos humanos. Se hicieron operativos en las instituciones y hubo un primer registro”, aclara la fuente.

El dato aumentó con los bonos asociados al carnet de la patria que se ofrecieron desde el Ejecutivo. El Pitazo contabilizó 22 bonos anunciados por el Gobierno entre diciembre de 2017 y la fecha actual, siendo el bono escolar de 200 bolívares soberanos (20 millones de bolívares fuertes) el último bono que Maduro ofreció el 30 de agosto de 2018, previo al inicio de clases a nivel nacional.

Así como las épocas, los bonos también se acoplaron a la inflación. El Gobierno pasó de entregar 500.000 bolívares fuertes con el bono navideño a 700.000 bolívares fuertes con el bono del Día de la Mujer, que comenzó a cancelarse el 7 de marzo de 2018 a través del sistema patria. Para ese mes, la cifra de inscritos en la plataforma rozaba los 11 millones de venezolanos, contabiliza la fuente.

La misma fuente independiente asegura que, hasta la fecha, un aproximado de 15 millones de personas está registrado en el sistema patria, donde predominan jóvenes entre 18 y 25 años.

Si el Consejo Nacional Electoral indicó, previo a los comicios conjuntos del 20 de mayo, que 20 millones 759 mil 809 votantes figuraban en el RE, los inscritos en la plataforma representan más de 70% del padrón electoral al día de hoy. Si se toma el último censo poblacional que el INE elaboró en 2011 y que arrojó que la cantidad de habitantes de Venezuela es de 27 millones 227 mil 930 personas, superan la mitad de la población del país.

La firma de medición de opinión pública More Consulting estima una cifra mayor: con cálculos acumulados hasta febrero de este año, 66,9% de los venezolanos reconoció tener el plástico, o sea dos de cada tres. De ese universo, 26% cataloga como su principal incentivo tener acceso a beneficios como bonos, pensiones o insumos médicos. Mientras, 12,4% asegura que lo tiene para tramitar documentos públicos y 7% lo resume en que es una petición directa de Maduro.

Sistema patria de origen chino

El manejo estatal de un gran volumen de datos de media Venezuela, y que se centraliza en el sistema patria, tuvo su origen en China, país que mantiene una vigilancia constante a su ciudadanía mediante un sistema de reputación social.

La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) y su telefónica Movilnet se aliaron con la empresa china Huawei para enviar a una comitiva criolla a cursar estudios en comunicaciones en el país asiático. En marzo de 2015 inició la capacitación centrada en el uso del internet dinámico y distribuido para optimizar indicadores de las necesidades de la población. Participaron funcionarios públicos como Kenny Ossa, presidente del Centro Nacional de Tecnologías de Información (Cnti), y José Ángel Álvarez, quien se definió a sí mismo como un “entusiasta de las criptomonedas” el 3 de diciembre de 2017 durante el programa Los Domingos con Maduro.

Además de instruir, el gobierno de China apoyó el desarrollo del carnet de la patria con financiamiento directo. China firmó con Venezuela el Acta Compromiso Desarrollo del Sistema de Capacidad Transaccional para Carnet de la Patria —y otros 21 acuerdos más— en el marco de la XV Comisión Mixta de Alto Nivel entre ambas naciones, el pasado 14 de febrero de 2017. Se destinó una inversión de 2 mil millones de dólares para los 22 acuerdos.

El presidente de Cantv, Manuel Fernández, y la estatal china ZTE firmaron la alianza que tiene como objetivo impulsar el sistema de capacidad transaccional para el carnet de la patria. China se comprometió a desarrollar obras conjuntas con Venezuela, así como investigaciones técnicas y transferencias tecnológicas.

El carnet de la patria tenía entonces un mes implementado. El proceso de inscripción inició el 20 de enero de 2017 con la supervisión de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y el apoyo del Frente Francisco de Miranda, los Clap, las Ubch y los Círculos de Lucha Popular (CLP), tal como lo informó el Gobierno.

Los venezolanos que querían el carnet a inicios de ese año debían contestar una serie de preguntas enmarcadas en tres aspectos: identificación, beneficios gubernamentales y afiliaciones políticas. En total, eran 54 preguntas. El proceso de inscripción debía culminar el 5 de febrero, pero se extendió hasta la actualidad.

El sistema del carnet de la patria entró en una nueva etapa con la aparición de la aplicación VeQR que, según el ministro del Despacho presidencial, Jorge Márquez, se pensó para “lograr interactuar directamente” con la ciudadanía y fortalecer los programas sociales existentes y futuros del Gobierno. Márquez, también director de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), la presentó al país el 3 de diciembre de 2017 en el marco del balance de la Feria Internacional de Ciencia y Tecnología y mostró los pasos para registrase tras escanear el código QR que aparece en el revés del plástico.

En la misma rueda de prensa, dirigida por Maduro, José Ángel Álvarez planteó la posibilidad de que el carnet de la patria sirviera para traspasar “dinero instantáneo”, pues era una de sus potencialidades.

Los comicios conjuntos del 20 de mayo evidenciaron la coacción que se impulsa desde el Ejecutivo a través del plástico. “Eso es dando y dando. Estoy pensando en dar un premio al pueblo de Venezuela que salga a votar ese día, con el carnet de la patria”, dijo Maduro el 28 de abril en plena campaña presidencial. La oferta se convirtió en obligación en los alrededores de la Unidad Educativa Nacional Samán de Güere, en la parroquia Samán de Güere del estado Aragua, donde militantes del partido de Gobierno visitaron a los pobladores y los amenazaron con perder las bolsas y cajas Clap si no votaban por Maduro. La información la reseñó el Instituto de Prensa y Sociedad en su microsite sobre la pérdida de la privacidad de datos con distintas herramientas, entre ellas el carnet de la patria.

Transparencia Venezuela asevera que existe un apartheid político en el país, con el carnet de la patria como herramienta. Así lo han secundado desde expertos hasta organizaciones no gubernamentales. La aspiración del Gobierno con www.patria.org.ve supera al programa Maisanta, que contenía la información del Registro Electoral de 2004 —12 millones 394 mil 109 venezolanos— y la cruzaba con la Lista Tascón, que contenía las firmas de miles de venezolanos que recolectó la oposición en contra del entonces y ahora fallecido presidente Hugo Chávez en 2003 y que se usó para discriminar a la disidencia política.

La predicción del comportamiento es la meta del sistema patria y China es el modelo, señala la fuente independiente. El gobierno chino creó en 2012 el Sistema de Crédito Social con una finalidad: beneficiar a las personas confiables y castigar a las que no se consideren como tal. China apunta a tener una sociedad libre de problemas para 2020 con evaluaciones constantes a sus ciudadanos, desde hábitos de compra hasta lo que publican en internet. Quienes tengan un ranking bajo se enfrentan a obstáculos en la obtención de trabajos en la administración pública, en el libre tránsito dentro del país, incluso en apartar una plaza en una escuela del Estado.

No solo se tienen en cuenta multas o sentencias en curso de los individuos. Quienes resulten incómodos al gobierno chino pueden ver sus libertades más básicas restringidas. Human Rights Watch denunció el caso del abogado Li Xiaolin, a quien se le impidió comprar un boleto de avión porque la Corte Suprema del Pueblo determinó que estaba en la lista negra china, después de catalogar una disculpa suya como “deshonesta”. La organización determinó que el gobierno del presidente Xi Jinping abusa y limita los derechos de los ciudadanos.

De acuerdo con la experta Iria Puyosa, solo la desobediencia masiva de los venezolanos enfrentaría al sistema patria, que apunta a la vigilancia de hábitos de consumo con China como ejemplo. Descarta que la inscripción, también en masa, pueda anular su uso. “La forma de pararlo debe ser una acción conjunta con un mecanismo organizado, colectivo, que logre inutilizar la aplicación”, dice Puyosa. Para la experta, la desobediencia implica privaciones de los subsidios gubernamentales, en un escenario en que la pobreza por nivel de ingreso pasó de 48,4% en 2014 a 87% en 2017 y más de 13 millones de personas se declararon beneficiarios de las misiones sociales del Gobierno, según la última Encuesta sobre Condiciones de Vida en Venezuela (Encovi)

Lea también

Ver también

La exposición World Press Photo 2023 llegó a Caracas

Hasta el 31 de marzo, el Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela), con …