IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 22 de mayo de 2014, Andrews Abreu, reportero gráfico del diario de circulación regional, El Carabobeño, resultó afectado por gases lacrimógenos mientras cubría una manifestación pacífica, impulsada por los estudiantes de la Universidad de Carabobo junto a la sociedad civil de Valencia.
La marcha se dirigía a Capitolio, sin embargo, fue al llegar a la Ave. Bolívar, cuando se encontró con un piquete de la Policía de Carabobo. “No tienen permiso para manifestar”, dice un funcionario. Al intentar continuar su camino, sin hacer caso a la advertencia, entre 50 y 60 personas, fueron bombardeadas. “Comenzaron a disparar perdigones al suelo, que rebotaban y pegaban a los manifestantes”, dice el reportero.
Entre tanto caos, Andrew continúa haciendo su trabajo fotográfico, sin embargo, se refugia a un costado de la avenida. El reportero estaba completamente identificado como tal, con su carnet visible y chaleco antibalas. Abreu duda que haya sido un ataque directo hacia su persona, sin embargo, una de las bombas lacrimógenas lanzadas, cayó en sus pies, e inhaló todo el gas proveniente del artefacto.
“No podía moverme, no podía respirar, se me trancó la garganta”, asegura. Indica además que le ardían mucho los ojos y la cara, un signo natural, evidencia de haber inhalado este humo. “Estudiantes y compañeros me atendieron. Me dieron Malox y agua”, indica. El periodista relató a IPYS Venezuela, que para el momento en que se le contactó, una hora después del incidente, se encontraba mejor, sólo tenía un leve dolor de garganta, cabeza y pecho.
Finalmente, luego del enfrentamiento, los estudiantes se dirigieron hacia la Defensoría del Pueblo, para entregar, las bombas lacrimógenas que les fueron lanzadas, así como también, los cartuchos de los perdigones. Contra todas las adversidades, el reportero gráfico siguió en la marcha, realizando su trabajo, informar.
