IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 20 de febrero de 2014, aproximadamente las 4:00 de la tarde, cuando cubría una situación irregular denunciada por vecinos de la urbanización Valle Hondo, ubicada en el municipio Palavecino del estado Lara, Luis Perozo Padua, periodista y reportero gráfico del diario El Impulso, medio privado con sede en Barquisimeto, fue abordado por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes le quitaron su principal herramienta de trabajo: la cámara fotográfica.
Luego del decomiso, los guardias procedieron a revisar el material fotográfico para chequear si había alguna evidencia que los comprometiera en sus funciones de resguardar el orden público.
Pasada una hora y luego de proferir amenazas, le devolvieron la cámara al reportero, pero se quedaron con la memoria del equipo donde estaban unas 60 gráficas de las primeras incursiones de los Guardias Nacionales a la urbanización Valle Hondo. Allí estaban plasmados los momentos cuando los funcionarios disparaban perdigones y lanzaban bombas lacrimógenas a las viviendas de la zona.
Sin embargo, Luis Perozo Padua pudo salvaguardar algunas fotografías que serán publicadas en la edición del 21 de febrero de 2014, en el Diario EL IMPULSO, periódico que ha reducido su paginación a un solo cuerpo en vista de la dificultad para acceder a la importación del papel para su normal circulación.
“Tenía otra memoria con fotografías que pude salvaguardar”, dijo el reportero gráfico, quien defendió la labor de todos los periodistas que en este momento arriesgan su vida para llevar la realidad al resto de la población.
Perozo denunció este atropello como otra censura más a los medios de comunicación venezolanos, donde los periódicos se han destacado en mostrar los actos de represión en momentos cuando los medios radioeléctricos han presentado censura y autocensura.
