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Policías detuvieron y vejaron a corresponsal en la costa oriental del lago de Maracaibo

El 8 de noviembre de 2013, dos funcionarios del Cuerpo de Policía del estado Zulia esposaron, detuvieron y vejaron a Miguel González, reportero gráfico corresponsal para el diario Panorama en la Costa Oriental del lago de Maracaibo. El hecho ocurrió a las 11.00 de la mañana del 8 de noviembre frente al Circuito Judicial Penal de Cabimas, al occidente del país.

 

González relató los hechos a los medios locales después de salir de una celda para delincuentes. El reportero llegó al Circuito Judicial Penal para obtener fotografías de Renny José Fuenmayor, un joven que enterró el cadáver de su propio padre para esconder que fue madre quien lo asesinó.

 

Dos oficiales del Cuerpo de Policía del estado Zulia llegaron con el imputado en la patrulla 204. El fotorreportero trataba de retratar el momento en el que la muchacha entraba al Circuito judicial, pero por motivos desconocidos los oficiales se sintieron ofendidos y se acercaron a donde estaba González, en el lado externo del edificio. Los funcionarios le solicitaron sus documentos y después de regresárselos, el fotorreportero les recriminó que era ese el trato que deberían darle a los delincuentes y no a los periodistas.

 

Ese hecho provocó que los oficiales se regresasen y trataran de quitarle la cámara fotográfica. González trató de escabullirse entre un grupo de personas, pero  uno de los oficiales le golpeó el rostro mientras otro le arrebataba la cámara. Luego le pusieron las esposas y lo montaron en la misma patrulla en la que llegaron. Lo trasladaron al comando policial de la parroquia Ambrosio, en el municipio Cabimas. Luego de cinco horas detenido, lo trasladaron al comando policial principal, ubicado en la avenida Delicias de Maracaibo.

 

Allí, después de unos minutos en una celda, lo llevaron a entrevistarse directamente con el director general, Jesús Alberto Yépez Castro, quien le dio la libertad de inmediato pero no dio motivos para su momentánea detención.

 

El hecho provocó el repudio del Colegio Nacional de Periodistas, quien envió un comunicado. Pese a que Miguel González escribió la nota de su propia detención, se negó a dar información al respecto.

 

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