IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
Ante las continuas agresiones a los reporteros de este diario regional, el medio introducirá en los próximos días la denuncia en el Ministerio Público
El jueves 5 de mayo de 2016, la periodista Ylian Aldana y el reportero gráfico Jonathan Suárez, ambos del Diario El Caroreño, con sede en el municipio Torres del estado Lara, fueron agredidos por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), cuerpo de seguridad del Estado, quienes resguardaban los alrededores del Abasto Bicentenario de la localidad.
Según relata Aldana, en el periódico recibieron numerosas llamadas de ciudadanos, quienes denunciaban que no les querían vender alimentos en el abasto, razón por la cual los ánimos en el lugar estaban caldeados. Al conocer las quejas se dirigieron al sitio y cuando llegaron comenzaron a hacer su trabajo: entrevistar y tomar fotografías.
“Al llegar nos dirigimos hacia los funcionarios de la GNB para que nos informaran sobre qué estaba sucediendo. Nos ignoraron y no respondieron nuestras preguntas. Yo empecé a hacer entrevistas a los presentes, quienes ratificaban que no estaban vendiendo alimentos en el Bicentenario desde hacía varios días”, contó la periodista.
Los funcionarios se acercaron y reclamaron al reportero gráfico, a quien le dijeron que no podía tomar fotos. Ylian Aldana aclara que han mantenido relaciones cordiales con los funcionarios castrenses, incluso llamó por teléfono en ese momento al mayor Luis Márquez, quien se encuentra a cargo del Destacamento 122 de Carora, capital del municipio Torres.
“El mayor me dijo: haga su trabajo. Sin embargo, los guardias no nos permitían seguir trabajando. Mientras trataba de entrevistar, veo cuando dos funcionarios se le acercan a Jonathan Suárez, uno por delante y otro por detrás. En ese momento, le arrebatan la cámara, le dan una patada, lo tumban y luego le quitan la memoria al equipo. Yo me acerco y le quité la cámara al guardia, quien también me empujó”, cuenta Ylian Aldana.
Mientras ocurría la agresión llegó el mayor Luis Márquez, cuenta Aldana, quien se acercó y les dijo a la periodista y reportero gráfico que entraran a la patrulla para resguardar su integridad física, y los trasladaron al Destacamento 122.
En el sitio estuvieron esperando una hora hasta que regresó el mayor Márquez, quien había cambiado su actitud conciliadora, y les reclamó el hecho de estar en el lugar, reiterando -según sus palabras- que los periodistas no debían “estar ahí”, y que lo sucedido había sido “buscado”.
En el Destacamento también se encontraba la directora del Diario El Caroreño, Eddy Estela Riera, y los abogados del periódico. Lograron que les devolvieran la memoria, pero para sorpresa de ellos, no era la que habían sustraído, sino otra que estaba rota y sin el material que habían guardado durante las pautas del día, entre ellas una protesta de representantes del sindicato del Hospital y visita a comunidades de la zona.
Márquez gritó ofuscado que “publicaran lo que les diera la gana”, que luego él tomaría las acciones legales en contra del medio de información.
“Insistió que era culpa nuestra por estar en el sitio, y nos dijo que habíamos violado un área de seguridad militar, puesto que en los alrededores del Abasto Bicentenario estaban los funcionarios de la GNB. Le explicamos que esos son espacios públicos, y que estábamos cumpliendo nuestra labor de informar”, relató Aldana.
Esta alerta a la libertad de expresión representa un uso abusivo de la función militar, un ataque a la integridad física del periodista ante la agresión, un ataque contra sus herramientas de trabajo; así como también se enmarca en una amenaza de acción legal contra el medio de información por parte del Mayor Márquez y una limitación a la cobertura de asuntos de interés público por hostilidad del gobierno hacia los trabajadores de la prensa.
Denuncia ante el Ministerio Público
En vista de las agresiones que han sufrido varios reporteros del Diario El Caroreño durante el año 2016, por recomendación de Aura Rosa Matheus, secretaria del Colegio Nacional de Periodistas del estado Lara, introducirán una denuncia en el Ministerio Público, porque ha sido reiterativo este tipo de situaciones en contra de los trabajadores de la prensa y la libertad de información.
El fin de semana del Día del Trabajador, al periodista Edgar Vásquez, guardias nacionales lo retuvieron justo cuando tomó una fotografía desde su automóvil a un choque que había ocurrido frente al Abasto Bicentenario.
“Estaba en su día libre, pero como cualquier periodista que ve una noticia, sacó su celular para luego enviar las fotos al periódico; sin embargo, los GNB lo detuvieron y sólo después de una hora lo dejaron en libertad”, precisó Aldana.
Hechos similares
El lunes 1 de febrero de 2016, en horas de la noche, la periodista del Diario El Caroreño, Aleidys López, junto al reportero gráfico, Jonathan Suárez, fueron agredidos por los familiares de seis personas que estaban siendo procesadas por corrupción y agavillamiento.
En diciembre del 2015, también fueron agredidos dos reporteros del periódico, durante una venta de celulares Movilnet en el estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Carora.
El derecho a la libre expresión y a estar informado se encuentra contemplado en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La normativa nacional establece que los ciudadanos tienen el derecho de expresar sus ideas y opiniones, así como el de buscar, recibir y difundir información que sea de su interés, a través de cualquier medio de comunicación, sin que pueda establecerse censura.
Los hechos de intimidación, amenaza, secuestro y asesinato a los comunicadores sociales, así como la destrucción de sus materiales de trabajo, violan los derechos fundamentales de las personas y coartan gravemente la libertad de expresión, de acuerdo con lo establecido en el numeral 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
