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Periodistas y corresponsales de prensa extranjera denunciaron agresiones por parte de funcionarios policiales

Entre el 28 y el 29 de mayo de 2014, al menos 5 reporteros fueron agredidos por funcionarios de seguridad del Estado cuando cumplían funciones informativas durante enfrentamientos entre manifestantes, estudiantes de la Universidad Católica del Táchira (UCAT) y la policía regional. El hecho ocurrió en San Cristóbal, capital del estado Táchira, región sur-occidental del país.

Ana Vanessa Herrero, coordinadora del canal de noticias colombiano NTN24, relató a IPYS que el 28 de mayo de 2014 encontraba retirándose de la Casa de Gobernadores, alrededor de las 10 de la mañana, luego de realizar una entrevista al gobernador José Vielma Mora; cuando a escasos metros un funcionario policial arrojó un dispositivo con gas lacrimógeno cerca de sus pies.

En medio de la confusión, la periodista pudo ver un enfrentamiento entre manifestantes y la Policía del Táchira, así como también pudo ver el momento en que funcionarios de la Policía del Táchira (Poli-Táchira) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) detuvieron a un trabajador de la prensa.

Herrero recordó que se disponía a registrar la imagen del hecho, cuando el trabajador gritó –para su sorpresa- el nombre de la reportera, quien rápidamente se acercó a los funcionarios para evitar que se llevaran detenido a su compañero Gonzalo Ruiz, corresponsal venezolano de NTN24 en el país. “Yo le sujeté el brazo a Gonzalo para que no se lo llevaran al mismo tiempo que les dije que éramos prensa. Este funcionario no nos creyó y nos acusó de “tirapiedras”.

La reportera mostró el carnet que la acreditaba para hacer prensa al funcionario policial, y le aconsejó a Ruiz que hiciera lo mismo. No obstante, el reportero explicó que lo habían despojado de su respectivo carnet y que se lo habían roto.

Los ánimos comenzaron a caldear cuando la periodista exigió a los funcionarios que le mostraran un supuesto video en el que captaron a Ruiz cometiendo un delito durante el cumplimiento de sus funciones. “Un funcionario intentó a quitarme a Gonzalo por la fuerza, y al ver que no pudo, se nos vino encima con la intención de golpear la cámara. Yo detuve el golpe con mi mano izquierda para que no dañara el equipo”, dijo Herrero.

Aun así la reportera, quien no cargaba equipo anti motín debido a una entrevista que hizo en la casa de gobierno; recordó que este funcionario policial la golpeó con un bastón extensible en la muñeca izquierda cuando intentaba proteger a su compañero. “Yo le decía al Poli-Táchira que me comprobara que Gonzalo era un delincuente. Fue en ese momento que otro funcionario le dijo que nos dejara en paz porque éramos periodistas”. El funcionario desistió.

Herrero, quien aseguró que Gonzalo Ruiz se encontraba con el casco roto y el cuello lastimado por el intento arbitrario de la detención, le dijo a uno de los funcionarios que se disponían a seguir cumpliendo con sus funciones durante el día. IPYS Venezuela pudo contactar a Ruiz a través de su cuenta de red virtual de Twitter, quien comentó que al menos recibió numerosos golpes en diversas partes del cuerpo.

La periodista aseguró que varios funcionarios de la Policía discutieron sobre el hecho de haber dejado en libertad al reportero, y que tenían conocimiento del lugar donde este reside. Asimismo, la periodista expresó su preocupación por el hecho de que estos policías alegaron tener órdenes de confiscar las cámaras a los reporteros, y que las mismas no venían de la gobernación sino del ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Eduardo Rodríguez Torres.

Por su parte, el fotógrafo del Diario Los Andes, Andrés Rodríguez, declara que en horas de la mañana de aquel día se encontraba en la manifestación pacífica realizada a dos cuadras de la Universidad Católica del Táchira. “Cuando llegaron los funcionarios de la Policía del Táchira todos corrieron. Nosotros nos quedamos a registrar lo que ocurría”, dijo el comunicador. Momentos después, detuvieron al corresponsal de NTN24 en Venezuela, Gonzalo Ruíz, y al resto de los periodistas que se encontraban ahí, les gritaron para que se fueran.

“Camino a hacer la gráficas de los estaban  agrediendo a Gonzalo, me ven dos policías y me dicen fuera”, indicó Andrés. Al negarse a la petición de los funcionarios policiales, estos comenzaron a lanzarles piedras a los periodistas.

Recordó que una de las piedras lanzadas por los policías, rompió el lente de su cámara, valorado en aproximadamente 32 mil bs. Al día siguiente, se puse la denuncia ante la fiscalía, y no se ha obtenido respuesta, aunque afirma que se debe presentar el próximo 17 de junio ante la fiscal del distrito.

“Una de las piedras me dio en la rodilla y me caí. Seguían lanzándonos piedras”, explicó el fotógrafo. Al percatarse de tal escena, los estudiantes corrieron a salvaguardar a los comunicadores, enfrentándose a los agentes de seguridad. “Aprovechamos ese momento para refugiarnos en el porche de una casa”, dijo.

Al día siguiente, el 29 de mayo de 2014, Ana Vanessa Herrero, junto con su compañero, el reportero Jesús Medina, estaba cubriendo una irregularidad en la sede de la Universidad de Los Andes (ULA), cuando funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ingresaron al comedor de esta casa de estudios en medio de los enfrentamientos que se suscitaron ese día.

El reportero Jesús Medina, relató a IPYS que funcionarios de este cuerpo de seguridad del Estado violaron la autonomía universitaria e ingresaron disparando perdigones (balas de goma) contra los manifestantes, inclusive contra un perro que se encontraba en las inmediaciones del lugar.

La periodista Ana Vanessa Herrero relató que se acercó a su compañero para advertirle sobre la presencia de los funcionarios cuando varios proyectiles le alcanzaron la espalda. Herrero relató que independientemente de que contaba con el chaleco antibalas, los proyectiles le causaron varios cortes menos en la espada, razón por la considera que posiblemente se trate de proyectiles de plomo.

A pocos metros, Jesús Medina se encontraba registrando el hecho cuando funcionarios militares alcanzaron a verlo. Aunque el reportero se identificó como miembro de la prensa, los funcionarios le dispararon al menos 3 perdigones a la altura de las piernas. Uno de los proyectiles también alcanzó y rompió el lente de la máscara antigas del reportero.

De igual manera, los reporteros alcanzaron a registrar imágenes de un vehículo que recibió impactos de perdigones en los laterales. Tanto Herrero como Medina relataron que estos perdigones eran muy grandes y que posiblemente no fueron de goma sino de plomo o de vidrio.

La periodista Ana Vanessa Herrero considera que la situación que se vive en el Táchira es un irrespeto a la labor de los comunicadores sociales.

Herrero enfatizó sobre las declaraciones de la secretaria de gobierno, pues aunque el gobernador  Vielma Mora se pronunció sobre el hecho de investigar a los funcionarios que los agredieron el día jueves, por su parte señaló que los efectivos policiales estaban protegiendo a los reporteros durante los enfrentamientos.

El corresponsal Gonzalo Ruíz, también dio su testimonio sobre el hecho e indicó que a raíz de dicho enfrentamiento ha habido cambios sustanciales en el manejo de las protestas, por parte de los organismos de seguridad del Estado. Explicó que la Policía del Táchira pasó de enfrentar las manifestaciones, a encargarse de resguardar la residencia de los gobernadores. Por lo tanto, eso deja a la Policía Nacional como la única encargada de evitar el avance de las protestas estudiantiles. La razón de este cambio es, según Gonzalo, que la Policía del Táchira no posee equipos antimotines, por lo cual, suelen atacar a los manifestantes con piedras y botellas que encuentran en el camino.

Un día después del incidente del 28 de mayo de 2014, el comunicador social se dirigió a la Fiscalía a hacer la denuncia. Marelbis Mejías, fiscal 20 del Ministerio Público con competencia en función de protección de los derechos fundamentales, fue quien lo atendió. “Me atendieron muy bien”, dijo el periodista. A la cita, lo acompañó la directiva del CNP, junto a dos abogados del Foro Penal que se pusieron a disposición al enterarse de lo sucedido con Gonzalo.

“Cuando me detuvieron me quitaron el carnet, me acusaban de guarimbero”, afirmó Ruíz. Las agresiones que sufrió el periodistas fueron múltiples, y diversas las pruebas que este entregó a la fiscalía, tal como es el caso del casco de motocicleta que usaba en al momento de la detención, pues tal fue la violencia de los golpes propinados, que el objeto resultó fracturado.

Una vez que el periodista fue rescatado por dos de sus compañeros, quienes declaran que Gonzalo, efectivamente es un comunicador y que se encontraba ejerciendo en aquel momento, éste es liberado. Sin embargo, su carnet no fue devuelto, poniendo en evidencia toda su información personal.  En días posteriores, los vecinos del reportero afirmaron haber visto agentes del SEBIN merodeando su casa, y aunque el periodista ha solicitado protección de la Policía Municipal, se siente inseguro.

El periodista finalizó con la alarmante declaración de que todos los agentes de seguridad en el estado Táchira conocen su nombre y que varios de sus compañeros de trabajo, afirman haber escuchado a funcionarios policiales decir que a él no lo debieron dejar libre.

Aunque los funcionarios policiales que agredieron a los reporteros están identificados por las autoridades pertinentes, Ruiz no ha recibido información reciente sobre la investigación por parte de la Fiscalía 20 con Competencia en Materia de Protección de Derechos Fundamentales de San Cristóbal, donde puso la denuncia.

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