IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 21 de diciembre de 2015, el diario de circulación regional El Carabobeño anunció nuevamente que su inventario de papel prensa está reducido. La negación del Gobierno de otorgar divisas para la compra del insumo pone al medio privado al borde de un nuevo cierre. En 2015 esa ha sido la constante, según explicó Eduardo Alemán, director de El Carabobeño.
Con una dramática primera página, el medio se dirigió a Hugo Cabezas, presidente del Complejo Editorial Alfredo Maneiro. Esta corporación estatal es la única autorizada por el Gobierno de Nicolás Maduro para la comercialización de papel prensa en Venezuela. En la portada de El Carabobeño, se pregunta por la presunta exclusión que se le hace al medio, puesto que otros diarios regionales no han tenido problemas para negociar con la compañía estatal.
Alemán, heredero de El Carabobeño, ha sido director del diario desde el fallecimiento de su fundador. El Carabobeño tiene 82 años de historia y circula en cinco estados de Venezuela. “Necesitamos conocer las razones por las cuales se nos niega el derecho constitucional de igualdad ante la ley, cuando a otros medios se les otorgan las bobinas solicitadas, pero a los representantes de El Carabobeño no se les responden las solicitudes y tampoco se les recibe cuando acuden a pedir una explicación, incumpliendo la más elemental norma de cortesía” se explica en una carta publicada en páginas internas.
Los intentos por acceder al papel prensa no son nuevos por parte de El Carabobeño. Desde el 1 de abril de 2015 la directiva ha enviado solicitudes al complejo editorial estatal para pedir bobinas de papel prensa, insumo fundamental del diario. Los despachos fueron insuficientes, la primera entrega fue de 48 bobinas y la segunda de 72. El monto es calificado como insuficiente por la directiva.
Alemán hizo un llamado a Hugo Cabezas para que se comprometa a regularizar el despacho de papel. El Carabobeño ha sufrido varias reducciones en su paginación, e incluso la eliminación de suplementos y contenidos editoriales. En Venezuela rige un control de cambio desde el 5 de febrero de 2003, lo que impide que el periódico utilice divisas para la compra del insumo, principalmente desde Canadá, por mecanismos alternos a los del Estado.
La restricción al acceso de papel prensa constituye una violación a la Libertad de Expresión, el derecho a la información del ciudadano y la libre empresa, consagrados todos en la Constitución de ese país.
