El hecho sucedió en la sede del Poder Judicial del estado de Lara, cuando se realizaba la audiencia del caso en el Tribunal de Control del Circuito Judicial Penal. Al ver al reportero tomar fotografías, dos miembros del GAES lo retuvieron y metieron a una camioneta donde cuatro funcionarios más intentaron esposarlo, quitarle la cámara y borrar las fotos de la audiencia.
Nieto logró comunicarse con su jefe, el periodista Juan Bautista Salas, quien conversó por teléfono con el general Luis Bohórquez, jefe de los militares, para que liberaran al reportero, lo cual ocurrió minutos después.