IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
Ana Karolina Mendoza
El 03 de octubre de 2015, Francisco Urreiztieta, periodista de Univisión, canal estadounidense, denunció que había sido retenido junto a Édgar Trujillo –camarógrafo- y Lenín Danieri –productor-, por efectivos de seguridad del estado, en la frontera del estado Zulia con Colombia.
En una cola en el Puente Guajira (sobre el río Limón) en el municipio Mara quedó atrapado el equipo periodístico. De acuerdo con el testimonio de Urreiztieta, los comunicadores se bajaron a ver qué sucedía y comenzaron a hacer fotos con los celulares, a grabar y a entrevistar a los presentes. Sin embargo, al ver que uniformados del ejército que se encontraban en la zona se hacían señas entre sí, se devolvieron al Fiat Palio gris, carro en el que se transportaban.
Dos soldados se les acercaron y los apuntaron con sus fusiles. “Maltrato físico no hubo, solo verbal e intimidación con las armas”, relató Urreiztieta a IPYS Venezuela.
Les ordenaron salir de la cola e ir al comando, ubicado en la cabecera del puente. “Un funcionario se nos acercó y nos dijo que allí estaba prohibido grabar porque había estado de excepción y que cuando hay estado de excepción, no hay acceso a la información”, narró Urreiztieta. El corresponsal respondió a efectivo de seguridad que en la Constitución venezolana está contemplado el derecho a la información y a la libertad de expresión. “Pero él estaba intransigente… Esa discusión duró como 10 minutos”, explicó el comunicador.
Les quitaron las cédulas de identidad y las credenciales periodísticas.
’Borra las fotos y la grabación’, dijo uno de los funcionarios; ‘¿Y qué pasa si no lo hago?’, respondió el periodista; ‘Pues no te vas’, expresó el soldado.
Dos uniformados se colocaron detrás de Trujillo y se aseguraron de borrar cada toma, también de que en los celulares no había ya registro de la situación en el Puente sobre el río Limón.
“Otros militares vieron que yo tenía un bolígrafo que grababa, me lo quitaron y me lo devolvieron minutos después. Comentaban entre sí que éramos unos espías, que quizás alguien nos había enviado”, indicó el corresponsal.
Los miembros del ejército no los esposaron o encarcelaron, sin embargo, estuvieron retenidos cinco horas.
A las cuatro de la tarde, y luego de que Danieri, el productor, conversara con Luis Caldera, alcalde de Mara, les permitieron la libertad. “El alcalde habló con un comandante o con un superior. Después los funcionarios bajaron el tono y la agresividad, nos dieron la cámara y los celulares, y nos dejaron ir. Nos devolvimos a Maracaibo”, señaló Urreiztieta.
