Activistas en Bolívar buscan poner freno a las distintas formas de micromachismo
Organizan talleres, que son espacios seguros, para hablar y concienciar sobre conductas violentas hacia las mujeres
Gladylis Flores – 02/02/24
“A ti no te va bien eso de manejar”, “yo trabajo por los dos”, “dedícate mejor a la crianza de los niños”, “qué tan difícil puede ser eso de tender la ropa”, “nada te cuesta hacer el mercado e ir a buscar a los muchachos a la escuela”. Son algunas frases que muchas veces sueltan los hombres con cierta sutileza, pero detrás de cada una de esas palabras hay una agresión que alimenta la desigualdad de las mujeres y afecta severamente su estado psicoemocional y social.
Hablamos de los micromachismos que, aunque son una de las formas de violencia basada en género (VBG) más comunes hoy en día, son pocos conocidos, precisamente porque son expresiones o conductas discretas que, en ocasiones, son vistas como situaciones graciosas por las personas. Para detectarlos y prevenirlos, las activistas de la Red de Mujeres Constructoras de Paz del estado Bolívar organizan espacios seguros para dictar talleres a mujeres
“Bolívar es uno de los estados con mayores índices de violencia hacia las mujeres. El micromachismo es una de las expresiones más comunes del patriarcado, y es la que hemos normalizado en nuestra cotidianidad”, expresó Desireé Lugo, comunicadora social y activista feminista, ponente del conversatorio Hablemos de Feminismo en Ciudad Guayana, desarrollado el pasado 20 de diciembre.
Lugo, junto a Camila Ríos y Antonella Coello, activistas feministas, habló de micromachismos, femicidios e historia del feminismo. Durante una tarde de compartir con 15 mujeres jóvenes, las tres pudieron informar y concienciar sobre estos temas pocos conversados en la entidad.
El micromachismo se puede definir, según Luis Bonino, psicoterapeuta y director del Centro de Estudios de la Condición Masculina, de Madrid y uno de los precursores de este término, como útiles e imperceptibles maniobras y estrategias de ejercicio del poder de dominio masculino en lo cotidiano, que atentan en diversos grados contra la autonomía femenina.
Entre los tipos de micromachismos está el utilitario que es el empleado en el área doméstica y de cuidados en dónde abusan de las capacidades femeninas; también están los encubiertos que es una manera de imponer de forma sutil las verdades masculinas e invalidar las femeninas, mientras que el micromachismo de crisis es una forma de mantener el control a través de la desigualdad, el falso apoyo y distancia emocional. El micromachismo directo es uno de los más preocupantes porque se utiliza la fuerza física o económica para convencer a las mujeres de no tener la razón.
En rojo
Según cifras de la Comisión para los Derechos Humanos y la Ciudadanía (Codehciu) en su monitoreo a medios de comunicación y personas atendidas en su gestoría de casos, en los primeros 10 meses de 2023 hubo 183 víctimas de distintos tipos de VBG en el estado Bolívar.
Mientras que entre enero y septiembre, de ese mismo año, el Centro de Justicia y Paz (Cepaz) reportó 17 femicidios en la entidad. Por lo que Lugo recalca que estas charlas y conversatorios son importantes como forma de prevención entre las mujeres y sus familias.
“Este tipo de espacio me ayuda a abrir los ojos sobre cosas que tengo normalizadas, especialmente en mi hogar, me voy con una nueva perspectiva sobre las violencias y voy a hablarlo con mis amigas”, explicó Alejandra Barrios, asistentes al evento.
Coello, quien además es abogada, abordó el marco legal y explicó las rutas de denuncias en caso de estar viviendo algún tipo de las violencias tipificadas en las leyes venezolanas.
Actividades para generar conciencia
Estas actividades (durante el segundo trimestres de 2023 se hicieron dos conversatorios), junto a los pancartazos que se han ido haciendo en la ciudad sobre el acoso callejero, han tenido impacto en la comunidad porque al no ser temas tan comunes de hablar, las mujeres se sienten identificadas.
“Esto ayuda a que puedan identificar esas situaciones o conductas no acordes que pasan a su alrededor. Se puede decir que hacer estas actividades es disruptivo, porque estás en contra de la norma, especialmente en un estado en donde no hay formación por parte de las instituciones del Estado, ni muchos espacios dónde conversar estos temas”, destacó la activista.
Lugo, quien también es comonitora de la Red de Mujeres de Amnistía Internacional en Bolívar, adelantó que en los próximos meses estarán llevando este tipo de charlas a los colegios y universidades, con el fin de fortalecer la conciencia en las mujeres, indistintamente de la edad, para prevenir las agresiones de su entorno. .
