El periodismo obtuvo su Nobel

9 octubre, 2015 Internacionales, Noticias

Ipys Venezuela expresa su alegría ante el reconocimiento con el Nobel de Literatura para la periodista y escritora Svetlana Alexiévich, y llama la atención a los gobiernos y a los grupos de poder para que se respeten la naturaleza “incómoda” del periodismo, uno de los oficios más nobles y necesarios de la humanidad.

Este año literatura recibió con júbilo un premio que no solo engrandece a las escritoras en un mundo en el que todavía prevalece la hegemonía masculina —Svetlana Alexiévich es apenas la sexta mujer en obtener este reconocimiento en toda la historia del Nobel— sino que además ratifica el respeto por el oficio del periodista, y al periodismo como un lenguaje que trasciende los avatares del diarismo y se ubica en un espacio elevado del pensamiento y de la realidad.

La periodista bielorrusa, según veredicto de la Academia sueca, destaca por “sus escritos polifónicos, un monumento al sufrimiento y el coraje en nuestro tiempo”. Pero un rasgo fundamental de su obra es el alto nivel crítico, a tal punto que su primer trabajo que trascendió fue La guerra no tiene rostro de mujer, una obra que finalizó en 1983 pero que, por cuestionar clichés sobre el heroísmo soviético, y por su crudeza, solo llegó a ser publicada después, gracias al proceso de reformas conocido por la perestroika.

Nacida en Ucrania, hija de un militar soviético, de origen bielorruso, cuando su padre se retiró del ejército, la familia se estableció en Bielorrusia y allí ella estudió periodismo en la Universidad de Minsk. Trabajó en distintos medios de comunicación, donde completó su formación. Se le conoce, entre otras cosas, por su espíritu crítico y sarcástico ante el gobierno bielorruso, que la ha llevado a declarar que respeta el mundo ruso de la literatura y la ciencia, pero “no el mundo ruso de Stalin y Putin”. Ha trabajado sobre la experiencia trágica de los jóvenes en la guerra afgano-soviética, o los suicidios de quienes no soportaron el derrumbe del sistema.

La escritora de 67 años construye discursos en los que habitan corales y solistas, es decir, en los que cruza las voces de sus personajes de diferentes modos, y los temas que la impulsan son las experiencias del “homo sovieticus” y el postsoviético.

La cronista insiste en descomponer el concepto soviético en historias individuales y compartidas, que devienen en tragedias concretas. En 1997, por ejemplo, abordó la catástrofe de la central nuclear de Chernóbil en Voces de Chernóbil, que tiene dos ediciones en castellano.

Homenaje a Svetlana Alexiévich, según Radio Televisión Española