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Solicitan cese de trabajo de locutor de dos emisoras radiales

El 10 de febrero de 2015, los dueños de Grupo Medina, le notificaron al locutor Amable García que ya no podría seguir laborando para ellos en las radioemisoras Paraíso Stereo 102.9 fm y Positiva 95. 7 Fm, donde conducía los programas El Paraíso Del Veguero y Arpa, joropo y contrapunteo, respectivamente. Desde ese mismo día, y después de 8 años de trabajo, se retiró alegando que quería el grupo empresarial quería evitar problemas con el gobierno venezolano.

Amable García relató a IPYS Venezuela que la decisión de los empresarios se enmarca en un caso de censura interna, al tiempo que admitió haber comprendido la posición de los empresarios en querer preservar la empresa. Considera que sus directivos evitan tener algún problema en la renovación de la concesión con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL).

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El locutor accedió a salir del grupo de medios porque no pretendía poner a nadie en situaciones difíciles. “Yo soy un simple locutor y entiendo que por mí no se van a buscar problemas. La situación actual del país está muy complicada para los medios”, dijo. Los dueños le permitieron tener las cuñas grabadas por él hasta el 28 de febrero de 2015.

En el sitio web de Paraíso Stereo dice que la misión de ellos es “informar, entretener, culturizar y fortalecer la educación de nuestros oyentes para convivir en un mundo donde exista la tolerancia y así poder vivir mejor en esta tierra donde cabemos todos”. Sin embargo, tomaron la decisión de que Amable García no cabía más en esa emisora.

Este hecho se dio a los cuatro días de que cerraran en Barinas la segunda emisora del circuito radial Sensacional: Infinita 90.9 FM.  Y siete meses aproximadamente después de que cerraran la emisora Sensacional y Omega

Es necesario recordar que  el artículo 57 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela prohíbe la censura y establece el derecho a la libre expresión de ideas y opiniones a través de cualquier medio de información.

El artículo 13 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión establece que el uso del poder del Estado en el otorgamiento de frecuencia de radio y televisión, con el objetivo de presionar y castigar o premiar y privilegiar a los comunicadores sociales o medios de comunicación en función de sus línea informativas, atenta contra la libertad de expresión, y deben estar prohibidos por la ley.

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