IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
Luis Alejando Borrero
El 07 de junio de 2015, se conoció que el diario de capital privado, El Carabobeño, iniciaría nuevamente una suspensión editorial debido a la escasez de materia prima que enfrenta el impreso. Esta vez, el suplemento infantil, que acompañó a los jóvenes lectores por generaciones, dejó de circular. 38 años fueron interrumpidos por lo que el diario ha calificado como “presiones oficiales”, en un editorial publicado el domingo.
Infantil es el tercero en desaparecer de los cuatro productos editoriales alternos de El Carabobeño (Industrial, Médico, Infantil, Paréntesis), se busca desde la gerencia del medio extender la circulación del diario. La fecha tope, con los inventarios de papel actuales, era hasta el 7 de junio de 2015. Se espera que con la nueva decisión ejecutiva ese periodo se alargue, pese a que no hay pronunciamiento oficial de hasta cuándo se extendería la circulación.
Infantil era un producto clave del periódico. Por su trabajo, el medio recibió el premio de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) en la mención Diario de Educación en 2009, además de menciones honoríficas del galardón en 2011 y 2014. Desde 2007, a través del programa Prensa Escuela, mil 651 docentes de 50 colegios en Carabobo han sido capacitados.
Es importante recordar que la crisis de papel de El Carabobeño se oficializó el 4 de mayo de 2014. Ese día dejó de circular el suplemento Industrial. Durante 14 años, esa edición reseñaba el acontecer económico del estado industrial de Venezuela. No había más papel para imprimirlo.
Siguió el suplemento Médico. Una tradición de 30 años de historia, que le hicieron al diario merecedor de un premio nacional de Periodismo Científico, fue eliminada. La decisión se ejecutó solo tres días después de anunciar el cese de la edición industrial.
En este sentido, a pesar de que el Ejecutivo aprobó divisas para la compra de papel prensa, nunca fueron liquidadas. Por tanto, el diario no ha podido importar bobinas de su materia prima y como consecuencias, las líneas de crédito con sus proveedores en el exterior están congeladas.
Asimismo, el 5 de mayo pasado, El Carabobeño fue agenda de discusión en la Asamblea Nacional venezolana. Incluir su crisis institucional en la agenda del día era la intención de la diputada opositora Deyalitza Aray. Tras siete minutos de discusión la mayoría oficialista negó la petición.
El Carabobeño ha acudido en varias ocasiones al Complejo Editorial Alfredo Maneiro, única instancia para la obtención de papel prensa en Venezuela y calificado como una empresa monopólica. También se expuso el caso en la Defensoría del Pueblo. En ninguno de los casos ha habido respuesta. El diario, a través de su jefa de redacción, Carolina González, opinó sobre la crisis. “Para Maneiro, que depende del Gobierno, se trata de prioridades. El Carabobeño no es una de ellas”.
“El Gobierno nacional ha sentenciado a El Carabobeño para que desaparezca, pero mientras tengamos fe en el futuro de Venezuela, continuaremos luchando para mantenernos como voceros de la verdad”, editorializó el periódico.
