IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 1 de febrero del 2015, efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana impidieron a Peter Sonnenberg, periodista de la televisora pública alemana, ARD, y a Gustavo Aleman, comunicador social venezolano, la cobertura del momento en que parte de estos efectivos de seguridad estatal, repartían leche en polvo, producto escaso en Venezuela, en una reconocida franquicia de supermercados.
Aleman comentó al equipo de IPYS Venezuela que ese día se encontraban en la redoma de Petare reportando la situación de los denominados “Bachaqueros” o revendedores de productos escasos, cuando un desconocido les dijo: “deberían ir al Excelcior Gama de Santa Eduvigis (Chuao-Caracas), allí están vendiendo leche”.
“Cuando llegamos, vimos a los guardias nacionales repartiendo leche y comenzamos a grabar la cola con los celulares”, indicó Alemán. Poco después, el personal del supermercado observó al comunicador venezolano y de inmediato llamaron a un guardia nacional, quien posteriormente, retuvo el celular del periodista y su cédula.
Por otro lado, el periodista no se encontraba visiblemente identificado como tal, sin embargo, indicó a los efectivos de seguridad cuál era su profesión, a lo que estos respondieron solicitando a la credencial o permiso que otorga el Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información para laborar. “El MINCI no está dando la acreditación, pero está notificado de que estamos aquí”, aclaró Aleman, pues días previos el periodista solicito la acreditación correspondiente de manera exitosa, pero no había recibido respuesta del ente gubernamental.
“Ponle la clave al celular”, dijo el guardia a Aleman, poco después. A lo que este accedió, lo que permitió al efectivo de seguridad mirar fotografías privadas, así otros numerosos archivos. De acuerdo con el periodista, quien posteriormente pudo recuperar su cédula y teléfono celular, ningún archivo fue borrado.
Finalmente, el guardia se comunicó con un representante del MINCI quien confirmó la información otorgada por el reportero. “Bueno, haga su trabajo”, expresó el guardia. Para ese momento, ya la cola había pasado y no quedaban empaques de leche que repartir, así que los corresponsales de ARD, se fueron sin haber realizado su trabajo.
