IPYS Instituto Prensa y Sociedad Venezuela
El 15 de abril de 2016, el reportero gráfico en Caracas de diarioelvistazo.com, de Anzoátegui, Rayner Peña, fue amenazado por una mujer de aproximadamente 30 años, en el momento en el que se disponía a realizar fotografías tras una situación irregular que se presentó en la cola para comprar en un abasto ubicado en Los Palos Grandes, municipio Chacao, en la ciudad capital.
“Me encontraba haciendo un recorrido por la zona y me percaté de una situación irregular en la cola para ingresar a comprar en un pequeño abasto ubicado en la tercera avenida de Los Palos Grandes, Chacao. Al llegar al lugar, me detuve a observar la situación y noté que los ánimos estaban muy caldeados, y un gran número de personas intentaban colearse para entrar al local”, contó Peña.
El reportero gráfico, quien además colabora para actualidad360.com, en declaraciones a IPYS Venezuela, destacó que solo intentaba hacer su trabajo cuando se acercó una mujer que le dijo que no hiciera fotografías, a lo que él no hizo caso. “Caminé un poco más, me subí a unas escaleras y la misma señora me dijo, ‘si me tomas una foto te voy a reventar”.
Durante el hecho, señala el reportero, otra señora acompañada de varios hombres que la incitaban a colearse, pegaba gritos y daba empujones a los funcionarios de Polichacao y a los ayudantes del local; también amenazaba con apuñalar a otros dos hombres de la cola que intentaban controlar la situación.
Esta alerta a la libertad de expresión representa un ataque con fines intimidatorios, vinculado a una limitación del ejercicio periodístico durante el cumplimiento de las funciones de los periodistas o trabajadores de medios en la calle por hostilidad de grupos sociales.
El derecho a la libertad de expresión y el derecho a la información se encuentran consagrados en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, los cuales establecen que todos los ciudadanos tienen derecho a la comunicación libre y plural sin censura.
Los hechos de intimidación, amenaza y agresión violan los derechos fundamentales de las personas y coartan severamente la libertad de expresión, según el numeral 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA).
