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IPYS Venezuela rechaza agresiones contra periodistas en cobertura de protesta por comida

IPYS Venezuela rechaza los ataques contra 19 reporteros durante la cobertura de una protesta por comida desarrollada en las inmediaciones de la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de Caracas.

Protesta de grupo de personas exigiendo comida en la av urdaneta y fuerzas armadas. Fotos: Gustavo Bandres Caracas: 02/06/2016
Protesta de grupo de personas exigiendo comida en la Av. Urdaneta y Fuerzas Armadas.
Fotos: Gustavo Bandres
Caracas: 02/06/2016

 

Estos hechos vulneran lo establecido en una declaración conjunta emitida por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y Naciones Unidas (ONU) en septiembre de 2013, en la que exhortan, a los Estados partes, garantizar que los periodistas y comunicadores sociales no sean detenidos, amenazados, agredidos o limitados durante el cumplimiento de sus funciones informativas en cobertura de manifestaciones sociales. De igual manera, se ordena que las herramientas y los materiales periodísticos no sean destruidos ni confiscados por las autoridades de orden público.

En horas de la mañana del jueves 2 de junio de 2016 se desarrolló una protesta en las inmediaciones del elevado de las Fuerzas Armadas, en el centro de Caracas, donde personas esperaban, en largas filas, para comprar comida de primera necesidad.

De acuerdo con varios testimonios, personas que se encontraban en el lugar se alteraron cuando representantes de consejos comunales -unidad de organización popular impulsada por el gobierno- intentaron desviar un camión cargado con alimentos a uno de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). Algunas personas se quejaban por la falta de alimentos y otras exigían la activación del referendo revocatorio en contra de Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, según las notas informativas publicadas en diversos medios de comunicación.

Este hecho ocurrió tres semanas después de que el presidente Maduro ordenara un  proceso de reestructuración del sistema de distribución de alimentos con la consigna: “Todo el poder para los Clap”, que anunció durante una alocución oficial y que luego legalizó a través del Decreto de Estado de Excepción  y de la Emergencia Económica, que entró en vigencia el 13 de mayo.

Los funcionarios de seguridad del Estado, Guardias Nacionales y Policía Nacional, acudieron a la zona para controlar la situación. Reprimieron con bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes. Poco después llegaron civiles armados que comenzaron a agredir y atacar a los periodistas, camarógrafos, reporteros gráficos y choferes.

Los afectados fueron: Andrea Cedeño, William Ríos, Felipe Martínez y Amanda Sánchez, del portal digital Vivo Play; Deivis Ramírez, Pablo Pupo, Luis Morillo y Adolfo Acosta, del impreso El Universal; Oriana Vielma, reportera de El Pitazo, Reynaldo Mozo y Vanessa Moreno, reporteros de Efecto Cocuyo; Raúl Romero, de El Nacional; Irene  Mejías y Felipe Romero, de Caraota Digital; Francisco Bruzco de Diario 2001; Nicole Kolster, de NTN24; Mabel Sarmientos y Miguel González, de Crónica Uno, y Giovanni Martínez, de Diario La Voz.

Ante la mirada de los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), cuerpo de seguridad del Estado, el equipo reporteril de Vivo Play, conformado por la periodista Andrea Cedeño; el reportero gráfico, William Ríos, y el chofer que trabaja para el medio, Felipe Martínez, fue amedrentado por civiles armados que los despojaron de sus herramientas de trabajo, según denunció Cedeño a IPYS Venezuela.

“Por favor, te suplico que no nos pegues… Le pedí auxilio a los policías, pero ignoraron el llamado”.
“Por favor, te suplico que no nos pegues… Le pedí auxilio a los policías, pero ignoraron el llamado”.

Cedeño contó que luego de conversar con varias personas que protestaban tuvieron que  correr mientras huían de los gases lacrimógenos. Los reporteros decidieron alejarse un poco del lugar de la protesta hacia una de las calles que limita con la Esquina El Socorro, con el fin de no quedar atrapados entre un contingente voluminoso de la PNB que se acercaba y un piquete de la GNB que estaba ubicado a la mitad del elevado de la avenida Fuerzas Armadas.

“Antes de subirme, escucho varias detonaciones. Nos montamos en el carro, pero nos abren las puertas. El que está armado me baja primero, luego bajan a mi fotógrafo y al chofer. Nos piden que nos acostemos en el piso”, dijo.

La reportera recordó que mientras un hombre con camisa roja los despojaba de manera agresiva de sus chalecos antibalas, otros hombres llegaron al lugar con un presunto manifestante, a quien golpearon con tubos de metal en varias partes del cuerpo. A los pocos segundos, la reportera recibió una llamada de sus jefes del canal. Este hecho alteró a uno de los sujetos que preguntó con quién se estaba comunicando. “Por favor, te suplico que no nos pegues”, le decía ella al funcionario.  Ocho funcionarios de la policía, dos por motocicleta, pasaron a un lado de los reporteros. “Ignoraron el llamado. Esta es la primera vez que me pasa algo así”, narró la reportera.

Haz click en el centro de esta ventana para consultar el testimonio de la periodista Andrea Cedeño:

Cortesía @VivoPlayNet

Amanda Sánchez, reportera también de Vivo Play, relató a IPYS Venezuela que fue intimidada en tres ocasiones y por personas distintas, cuando se encontraba cubriendo la situación desde otro punto de la protesta. Todos tenían la misma intención: impedir que quedara grabado lo que estaba sucediendo en el lugar.

Haz click en el centro de esta ventana para tener acceso al trabajo reporteril de Amanda Sánchez:

Cortesía @amandasanchezc

Deivis Ramírez Miranda, reportero de El Universal, contó a IPYS Venezuela que acudió a las cercanías del puente Fuerzas Armadas, donde se desarrollaba la protesta, para registrar testimonios de la personas. Entre ellas, pudo visualizar a Daniel Aponte, jefe de Gobierno del Distrito Capital, en compañía de cuatro o cinco escoltas.

Ramírez aseguró que a pesar de haberse identificado como periodista, Aponte aseveró que no le había autorizado para recoger algún testimonio suyo, razón por la que intentó arrebatarle el teléfono móvil. Aponte logró despojar al reportero de su celular y se lo entregó a uno de sus escoltas, quien de inmediato se lo dio a un funcionario de la Guardia Nacional. “Hablé con el guardia, pero me dijo que la orden era no devolvérmelo”, dijo.

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Cortesía @deivisramírezmiranda

IPYS Venezuela también recibió la denuncia por parte del equipo de Fotografía de este diario de circulación nacional acerca de la agresión y el robo del que fueron víctimas los reporteros gráficos, Pablo Pupo, Luis Morillo y Adolfo Acosta. A Pupo le robaron la cámara y su billetera, mientras que a Morillo y Acosta, sus cámaras. Para las 6 de la tarde del jueves 2 de junio, los reporteros se encontraban denunciando el hecho en Fiscalía.

Oriana Vielma, reportera de El Pitazo, también fue atacada por un civil armado durante la cobertura de la protesta. Vielma intentó resguardarse detrás de un kiosco ante la amenaza de los guardias militares de lanzar bombas lacrimógenas con la intención de dispersar a los manifestantes; también, para reportar desde su teléfono celular corporativo lo que ocurría en el lugar, cuando un sujeto armado se le acercó, le apuntó en el estómago con el arma y le arrebató su herramienta de trabajo, contó la periodista.

Cortesía @OriVielma

El equipo reporteril de Efecto Cocuyo, Reynaldo Mozo y Vanessa Moreno, fueron amedrentados por un grupo de personas a los cincos minutos de haber acudido a la avenida para registrar en los alrededores de la protesta. “Estas personas nos preguntaban ‘¿De qué medio son?’ ‘¿De qué medio son?’. Les explicamos que solo estábamos ahí para cumplir con nuestro trabajo”, expresó Mozo.

A los pocos minutos, el reportero explicó que una de las personas vio el portal web del medio,  a través de un teléfono celular, y comenzó a advertir al resto: “Este medio es de la derecha. ‘¿Por qué estás aquí?’ Uno de ellos tenía un palo”.

Mozo tuvo que abrir su bolso, en el que llevaba sus herramientas de trabajo, debido a la insistencia de estas personas por corroborar que efectivamente era trabajador de la prensa.

Los reporteros, quienes se encontraban solos en ese momento, lograron salir del incidente. A cincuenta metros de distancia, el equipo tuvo que quitarse el carnet de prensa, ante la advertencia de los vecinos de un edificio residencial cercano que les permitió resguardarse. A los 20 minutos, los reporteros volvieron a la calle y pudieron observar la situación antes de regresar a su sala de redacción.

El departamento de Fotografía del diario El Nacional confirmó a IPYS Venezuela que el reportero gráfico, Raúl Romero, fue despojado de su cédula y su carnet de prensa.

Romero aseguró que un coronel de la Guardia Nacional lo vio cuando registraba imágenes de la agresión y robo contra un grupo de reporteros y ciudadanos por parte de un presunto colectivo en los alrededores del Palacio de Miraflores. “El coronel me acorraló y me pidió los documentos. Pero no le di las imágenes”, indicó. El reportero mantuvo a salvo su trabajo fotográfico.

Irene Mejías, reportera de Caraota Digital, relató a IPYS que también fue amenazada junto con  su compañero, el reportero gráfico, Felipe Romero, por parte de un grupo de personas, quienes los rodearon y advirtieron con agredirlos si no borraban lo que habían registrado.

“Todo fue muy rápido. Uno de ellos comenzó a decirle al resto que estábamos grabando, tomando fotografías. Una de las mujeres me amenazó con cortarme la cara. Algunos de ellos tenían armas punzocortantes. Uno de ellos portaba un carnet de un organismo público, pero no logré distinguir cuál era”, aseguró la periodista, quien afirmó que intentaron despojarla de su teléfono celular y su credencial como periodista.

A los pocos minutos, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, quienes escoltaron por separado a los reporteros hacia La Hoyada, a pocos metros del lugar, les sugirieron que borraran el material periodístico registrado.

“Uno de los policías nos dijo: ‘ni te aparezcas por aquí, váyanse. Ya no podemos hacer más nada por ustedes. Den gracias a Dios”, comentó la reportera.

Francisco Bruzco, reportero del Diario 2001, relató a IPYS Venezuela que un grupo de personas, que identificó como un posible colectivo, atacó su equipo fotográfico cuando intentaba registrar la agresión contra los reporteros del diario El Universal, en las inmediaciones de la Esquina Ferrenquín, en el centro de Caracas. “Los hombres me cayeron encima, me rodearon, me rasguñaron y me rompieron el lente de la cámara”, aseguró el reportero, quien también afirmó que los sujetos intentaron despojarlo de su equipo de trabajo.

Agresión y ataque contra Francisco Bruzco. Funcionarios militares estaban a pocos metros de distancia.
Agresión y ataque contra Francisco Bruzco. Funcionarios militares estaban a pocos metros de distancia.

El reportero gráfico corrió y se resguardó detrás de un piquete de seguridad de la policía, mientras que los sujetos le gritaban “ustedes no quieren a los chavistas”. La policía les sugirió a la prensa que se retiraran del lugar.

IPYS Venezuela pudo corroborar con la periodista de NTN24 Venezuela, Nicole Kolster, que funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana le obligaron a borrar el material que había registrado de una fila de personas en las adyacencias de La Candelaria, a pocas cuadras antes del lugar donde se desarrolló la protesta. “Ellos pensaron que los estaba grabando. Me ordenaron bajarme del carro y me pidieron mostrarle las imágenes que había tomado”, dijo.

La periodista se negó a entregar el material registrado y los efectivos militares la retuvieron en el lugar, y la periodista accedió a borrar las imágenes. El camarógrafo del medio se encontraba registrando imágenes, pero no lograron visualizarlo.

Minutos antes, funcionarios de la Guardia Nacional que se encontraban en la avenida Fuerzas Armadas le había pedido a Kolster que se retirara del lugar.

Mabel Sarmientos y Miguel González, reporteros de Crónica Uno, fueron intimidados por varias personas, quienes les ordenaron retirarse del lugar donde se esperaba que un diputado diera declaraciones. “Sal de aquí, sal de la avenida”, decía uno de los sujetos al reportero gráfico mientras le preguntaba por qué grababa los hechos. “Te queremos fuera de aquí”.

En ese momento, una de las personas también agarró por la cintura a Giovanni Martínez, del Diario La Voz, y le ordenó que se retirara del lugar. Los reporteros fueron amenazados de ser agredidos si continuaban cumpliendo con su labor.

Las investigaciones

La Fiscal 13ª del Área Metropolitana de Caracas, Yamilet Romero, fue encargada de la investigación por las agresiones físicas que sufrieron los trabajadores de la prensa, así como el robo de equipos y sus pertenencias por parte de un grupo de personas durante la cobertura de los hechos registrados en la avenida Urdaneta, centro de la ciudad capital, el 2 de junio de 2016.

El Ministerio Público (MP)  informó, a través de una nota prensa, que la representante entrevistó a las víctimas que acudieron a la Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio Público, ubicada en la misma avenida, para formular las denuncias respectivas.

Romero coordinará las diligencias para responsabilizar penalmente a los agresores.

Tareck William Saab, Defensor del Pueblo, rechazó las agresiones contra los periodistas, reporteros gráficos y trabajadores de medios de comunicación social, y aseguró que el MP trabaja con la Defensoría, no solo en las investigaciones, sino también para determinar las responsabilidades correspondientes.

Libertad de expresión

Esta alerta a la libertad de expresión se enmarca en hechos de robos, amenazas y ataques contra la integridad física de los periodistas por parte de civiles armados, así como también representan  limitaciones de acceso a la cobertura de asuntos de interés público, confiscación de documentos y herramientas de trabajo de los comunicadores por parte de los cuerpos de seguridad estatal.

Los derechos a la libre expresión y a estar informado se encuentran contemplados en los artículos 57 y 58 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La normativa nacional establece que los ciudadanos tienen el derecho de expresar sus ideas y opiniones, así como el de buscar, recibir y difundir información que sea de su interés, a través de cualquier medio de comunicación, sin que pueda establecerse censura.

Cabe destacar que el numeral 5 de la Declaración de Principios sobre libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA) establece que la presión directa e indirecta sobre cualquier expresión, opinión o información difundida, a través de los medios de comunicación, debe estar prohibida con la ley.

Los hechos de intimidación, amenaza, secuestro y asesinato a los comunicadores sociales, así como la destrucción de sus materiales de trabajo, violan los derechos fundamentales de las personas y coartan gravemente la libertad de expresión, de acuerdo con lo establecido en el numeral 9 de la Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión de la Organización de Estados Americanos (OEA).

IPYS Venezuela exhorta al Estado venezolano a garantizar que los medios de comunicación social puedan ejercer su labor de manera plural e independiente, así como la participación de los ciudadanos, sin distinciones ideológicas, a través de la difusión de contenidos que reflejen los asuntos de interés público.

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