Rivas grababa a un civil y cuatro policías heridos cuando un sujeto se le acercó y le exigió que dejara de hacerlo. Luego, tres policías lo golpearon con sus escudos, le quitaron la cámara y la lanzaron hacia un terreno aledaño. El reportero la pudo recuperar.
Por su parte, Torres relató que cuatro policías antimotines lo despojaron de su cámara y se la entregaron a un hombre vestido de civil que, momentos antes, había intentado quitarle su equipo. Los policías también golpearon al reportero para obligarlo a que se fuera de la protesta.
Los reporteros fueron auxiliados por el personal de los bomberos. Sufrieron lesiones leves