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Balance IPYSve | Medios impresos: entre el olvido y la sobrevivencia

  • Solo 20 medios impresos, de los 130 registrados por IPYS Venezuela, circulaban para abril de 2021. La mayoría dejaron de publicarse diariamente y ahora resisten escasamente durante varios días a la semana

  • Amazonas, Apure, Cojedes, Delta Amacuro, Monagas, Nueva Esparta, Portuguesa, Sucre, Trujillo y Zulia son las 10 entidades que viven en orfandad de medios impresos luego que desaparecieran 45 periódicos en estas regiones

  • Desde 2009, 110 medios de papel dejaron de circular en todo el país. Solo 104 desaparecieron del espacio público desde 2013, año en que se creó el Complejo Editorial Alfredo Maneiro (CEAM) por disposición del gobierno venezolano. De estos, apenas 50 permanecen con sus páginas web activas, y solo tres viven únicamente en redes sociales.

Las imprentas y los largos tirajes de medios impresos que otrora circulaban por todos los kioscos y pregoneros del país, desaparecieron. La distribución de insumos controlada y centralizada por el Estado venezolano y la asfixia financiera producto no solo de la crisis de los medios de comunicación en el mundo, sino por la grave situación económica en la que se encuentra inmerso el país desde hace años, mermaron las posibilidades para que los medios de papel continuaran con su labor informativa. 

Progresivamente desde el 2013, año en que se creó el Complejo Editorial Alfredo Maneiro (CEAM), mediante la Gaceta Oficial número 40.168, el descenso en caída libre de los medios impresos fue indetenible. Más de 100 periódicos desaparecieron total o parcialmente en los años sucesivos. De esa manera se consolidó la era oscura de los impresos, que sorteando entre las restricciones de acceso a los suministros, y las presiones externas de censura, terminaron, en el mejor de los casos, por reducir los tirajes, y enflaqueciendo sus paginaciones.

La actualidad no dista de mejorar. De acuerdo con los registros de IPYS Venezuela para el mes de abril de 2021, solo 20 medios impresos se encontraban circulando en 14 entidades del país. Anzoátegui, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Táchira, Vargas y el área metropolitana de Caracas aún disponen de medios de papel, aunque poco se han visto porque circulan escasos días a la semana, o porque sus ejemplares pasaron de ser largas tiradas de información y noticias, a escasas páginas atestadas de esfuerzo, supervivencia y notas de prensa o informaciones de medios oficiales.

Otros en cambio, no lograron sortear los obstáculos, y se extinguieron por completo. Al menos 60 periódicos no volvieron a circular, y sus páginas web y sus redes sociales quedaron desactualizadas y congeladas en el tiempo. Tales fueron los casos del semanario Quinto Día en el área metropolitana de Caracas, así como los impresos La Región, Diario de Sucre, Provincia y Diario Siglo 21, en la entidad oriental de Sucre. Un final similar tuvieron Visión Apureña, Diario ABC, Notillanos y Notisemana en Apure.

Desde la creación del CEAM en 2013, el año más sombrío para los medios impresos fue el 2018. En ese tiempo, al menos 47 periódicos dejaron de ver las calles, y otros se vieron obligados a cambiar de formato, a desaparecer o a migrar, obligados por las circunstancias, al espacio digital.

Los sobrevivientes

Solo 20 de los más de 100 medios impresos que circulaban en Venezuela aún sobreviven a un escenario lleno de incertidumbre. Falta de insumos, dificultades económicas, presiones gubernamentales y deficiencia de los servicios públicos son solo algunos de los grandes obstáculos que los medios de papel han tenido que enfrentar durante los últimos ocho años, tiempo en que Nicolás Maduro ha detentado el máximo poder de la República. 

Los medios impresos hace tiempo dejaron de ser diarios. Los 20 que actualmente circulan en el país lo hacen en nuevas formas de distribución y en menor alcance que años anteriores. Llegar a los kioscos de las zonas metropolitanas de los estados con un escenario de escasez de combustible, falta de repuestos para los vehículos de distribución, más la escasa presencia de dinero en efectivo en las calles para que los ciudadanos adquieran los ejemplares, ya muestra un panorama lo suficientemente árido para que la información circule por este formato. Toda esta realidad ha conllevado que las localidades alejadas de los centros de las entidades, ya no tengan presencia de medios impresos.

Los que aún circulan, en el mejor de los casos, lo hacen de lunes a viernes. Tal es el escenario de Diario 2001 y Meridiano, en el área metropolitana de Caracas; El Periodiquito y El Siglo, en Aragua; Diario Los Llanos en Barinas; La Calle en Carabobo y Yaracuy al Día en Yaracuy. 

Solo Nuevo Día en Falcón logra posicionarse como el único impreso que se publica diariamente, según confirmó nuestra corresponsal en la entidad, Irene Revilla. Mientras que en Bolívar, el periódico El Progreso, Diario La Voz en Miranda, y los tabloides Últimas Noticias y Líder en el área metropolitana de Caracas, se distribuyen de lunes a sábado en estas localidades.

El resto de medios que aún circulan lo hacen en menor frecuencia conforme a las limitaciones internas y a las dificultades en sus regiones. Es el caso de Pico Bolívar en Mérida, que de acuerdo con María Fernanda Rodríguez, corresponsal de IPYS Venezuela en la entidad, durante el 2020 y los primeros meses de 2021, el medio ha tratado de publicar a diario, sin embargo, y pese a las limitaciones, logra hacerlo cada dos días.

La Prensa de Lara y Diario La Nación en Táchira por su parte, han logrado circular tres veces por semana en los últimos meses. Mientras que La Prensa recorre las calles de Lara los lunes, miércoles y viernes; La Nación llega a los hogares de los tachirenses los días lunes, miércoles y sábados.

Pero, esa no es la realidad que viven el resto de impresos que aún se mantienen en pie. El estado Guárico logra acceder al Diario La Antena de forma bisemanal, los lunes y los viernes. Mientras que El Universal, en el área metropolitana de Caracas; El Tiempo en Anzoátegui; Notitarde, en Carabobo; y La Verdad de Vargas en el litoral central, solo se imprimen una vez por semana.

Los que perdieron la batalla

17 estados y el área metropolitana de Caracas han sido testigos de la extinción de al menos 60 medios impresos que producto a múltiples factores no lograron migrar al espacio digital o desaparecieron totalmente en el proceso.

De esas entidades, nueve forman parte de las que quedaron desprotegidas por la ausencia de la circulación de los impresos y su presencia en el mundo digital. Cojedes (1), Delta Amacuro (2), Monagas (4), Nueva Esparta (1), Portuguesa (3), Zulia (2), Sucre (4), Apure (4) y Amazonas (7). Estas últimas tres entidades con la desaparición total de sus periódicos en formato físico y digital.

Las otras entidades que también vieron fallecer a varias rotativas y sus páginas web y redes sociales fueron Anzoátegui (7), Barinas (3), Bolívar (5), Falcón (3), Guárico (2), Lara (2), Yaracuy (2) y la capital del país (3).

Aunque los otrora impresos El Metropolitano de Anzoátegui; El Sol de Monagas, y El Periódico de Occidente en Portuguesa desaparecieron de las calles y sus páginas web no volvieron a actualizarse, las corresponsales de IPYS Venezuela en estas entidades informaron que las cuentas en redes sociales de estos medios son hasta ahora el único canal de información disponible de estos espacios noticiosos.

Migrar para no perecer

Así como los medios tradicionales en todo el mundo se enfrentaron a los nuevos retos de la digitalización, los medios en Venezuela no escaparon de esa realidad, aunque a diferencia del resto de naciones, las empresas informativas en el país debieron migrar a otras plataformas producto de la persecución y las limitaciones ejercidas desde el Estado venezolano contra las voces críticas.

Las limitadas oportunidades para adquirir bobinas de papel, traídas al país por el CEAM, al igual que otros insumos de elemental importancia, conllevaron a que en Venezuela los impresos desfallecieran y en las salas de redacción corriera tinta, pero sin papel alguno que la soportara.

Por ello, y obligados por las tendencias informativas, la migración forzada se vio en corto tiempo. Fue así que medios como El Nacional, Tal Cual, El Aragüeño, El Clarín, Correo del Caroní, El Carabobeño, El Periódico del Delta, Diario La Mañana, El Impulso, Diario Los Andes, Diario La Región, El Sol de Margarita, Versión Final, y otros, iniciaron y fortalecieron sus publicaciones a través de los entornos digitales, siendo en este momento el único formato en el que se encuentran disponibles, a parte de sus redes sociales.

Del total de los medios originalmente impresos registrados por IPYS Venezuela, 50 aún existen en los espacios digitales. Los mismos son originarios del área metropolitana de Caracas con siete portales, Bolívar con otros cinco; Zulia y Lara con cuatro páginas informativas; Aragua, Carabobo, Monagas y Nuevas Esparta con tres medios migrantes digitales; mientras que Cojedes, Guárico, Mérida, Miranda, Táchira y Trujillo cuentan con dos impresos cada uno que sobreviven únicamente en la web. En la actualidad solo en Anzoátegui, Barinas, Delta Amacuro, Falcón, Vargas y Yaracuy existe un portal digital de empresas que inicialmente circulaban como impresos.

Circulación en cuarentena

Con la llegada de la cuarentena por Covid-19 al país, el 13 de marzo de 2020, los medios de comunicación debieron cambiar sus formas de trabajo. Los impresos también tuvieron que enfrentar tales limitaciones, pero aunque se habían impuesto medidas de bioseguridad para trabajar y, a pesar de que la prensa se encuentra en los sectores exonerados de limitaciones, la realidad fue diferente.

El escenario previo de un país con bajos niveles de combustible paralizó las movilizaciones e imposibilitó el trabajo de los medios, quienes ya se encontraban laborando desde casa con serias limitaciones de conexión a internet y graves condiciones estructurales que se veían reflejadas en los cortes eléctricos que aún continúan afectando a varias regiones del país.

Esta realidad, sumada a las dificultades que ya poseían los medios impresos, daba como resultado un ambiente altamente perjudicial para la labor informativa de los periodistas y para su salud. Ante ese escenario, muchos impresos prefirieron detener sus rotativas y anunciar sus paralizaciones.

No habían transcurrido los primeros 15 días de cuarentena social cuando cuatro medios impresos, La Prensa de Lara, La Calle de Carabobo, El Periódico de Monagas y La Nación de Táchira, habían anunciado el cese de circulación por falta de combustible. 

Posteriormente otros medios se sumaron a la lista. Diario Primicia en Bolívar, La Prensa y El Sol de Monagas, El Sol de Margarita en Nueva Esparta, y avanzado el mes de septiembre, Yaracuy Al Día, en Yaracuy. Aunque en la mayoría de los casos, los periódicos volvieron a su intermitente circulación, esa no fue la misma suerte de La Prensa, El Periódico y El Sol en Monagas, además de El Caroreño en Lara, El Sol de Margarita y Primicia.

Incluso, en el mes de marzo, reporteros de La Prensa de Monagas denunciaron que luego de cumplir un año desde que el impreso se paralizara, desde diciembre los 55 trabajadores dejaron de recibir su salario, y se mantienen a la espera de respuestas de la directiva para retomar las actividades. Realidad similar a la de los trabajadores de El Sol de Monagas, quienes aseguraron en marzo de 2021 a El Pitazo, que aunque el diario cuenta con los insumos, “dependen de la rotativa de La Prensa de Monagas para salir a la calle”.

La intermitencia y la minimización de la circulación de los periódicos en Venezuela es una constante. En la actualidad, este formato muestra la cara más golpeada de los medios de comunicación en el país. En todos los casos la falta de insumos, la sostenibilidad económica y los serios problemas para acceder a los servicios públicos, forman parte del patrón que ha aplicado el Estado venezolano para hacerlos desaparecer, muestra de ello ha sido la anulación progresiva de estas ventanas informativas en todos los rincones del país.

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